Felipe Ángeles,
masonería y ateísmo
Por Wenceslao Vargas Márquez
El general Felipe Ángeles y Maximiliano de Habsburgo
compartieron un hecho a la hora de morir: ser fusilados conforme la misma ley, la
del 25 de enero de 1862, dura ley que publicó Benito Juárez ante la inminencia
de la invasión francesa de ese año, cuando la batalla de Puebla estaba a la
vista.
La ley había sido derogada al triunfo de la República
pero en mayo de 1913 Venustiano Carranza la revivió para enfrentar al bando de
Victoriano Huerta. Felipe Ángeles y Maximiliano vivieron sus juicios ante
tribunales que difícilmente dictarían una pena distinta a la de muerte.
Ambos
vivieron sus juicios en un teatro, ambos tuvieron a dos coacusados, ambos
fueron sentenciados a muerte por la misma ley y por gobiernos política y
militarmente adversos: Maximiliano por el enemigo gobierno de Juárez en 1867,
Felipe Ángeles por el gobierno enemigo de Carranza en 1919.
Los tres acusados en el juicio. Noviembre de 1919. Crédito WikiMéxico |
¿Pudo haberse salvado el general hace cien años? ¿Una
deficiencia procesal evitó su salvación? Dice Rubén Osorio en la compilación
que hizo Adolfo Gilly (Era, 2008) que de los juicios de amparo interpuestos
“sólo el Juez Segundo de lo Penal de Chihuahua ordenó la suspensión del acto,
pero manifestó que no podía hacerlo del conocimiento del Consejo de Guerra en
virtud de estar hecha la demanda en contra del Jefe de Operaciones Militares”.
Otra vía de salvación fue perversa: poco antes del fusilamiento un telegrama
llegó al general Manuel M. Diéguez vía el telegrafista Juan N. Armendáriz, advirtiéndole
que en un telegrama posterior llegaría el indulto pero que “no fuese entregado
hasta que éste hubiera sido fusilado”. Dos vías se cerraron: el amparo
frustrado y el indulto deliberadamente bloqueado.
En el caso de Maximiliano murieron los tres acusados en
1867. En el caso de Felipe Ángeles se salvaron dos: Enciso y Antonio Trillo. (Por
ser menor de edad, se salvó de la muerte Antonio Trillo, hermano de Miguel
Trillo, el secretario particular de Pancho Villa. Miguel, hermano mayor de
Antonio, es el hombre cuyo medio cuerpo cuelga arqueado sobre la ventanilla
derecha del coche Dodge Brothers que Villa manejaba cuando fue asesinado en
1923).
¿Por qué el general Felipe Ángeles se declaró ateo? Una
posibilidad es que ya sido por la educación recibida de su padre. Álvaro Marín
Marín (en Del río Tempoal al río Florido,
2012) escribió que el coronel Felipe Ángeles Melo era “un liberal rojo o puro
de militancia masónica que compartía los ideales de igualdad y desarrollo
sociocultural de su mujer, la cual imbuyó en sus hijos los ideales de progreso
y superación mediante el trabajo duro y el estudio constante, que demostró el
joven Felipe, nacido en 1868 en Zacualtipán, Hidalgo, durante toda su vida”.
¿Fue masón el general Felipe Ángeles o su padre o ambos? Según
Jesús Ángeles Contreras (en El verdadero
Felipe Ángeles; bit.ly/35iiy4I), el padre del general, el coronel Felipe
Ángeles Melo, era masón y simpatizaba con la logia masónica Los vigilantes de las montañas. Por ello
y por tolerar como autoridad las sesiones masónicas fue recriminado por el
profesor Lauro Vite Castillo, “fanático intolerante”, director de la escuela
primaria de Malila, Hidalgo. Ángeles Melo replicó a Vite que había garantías de
reunión y de creencias.
Creció la disputa hasta llegar al duelo con que Vite
retó a Ángeles Melo de 77 años de edad. Se dispararon pero no de gravedad y
ambos fueron despedidos de sus respectivos cargos. “Más por la pena que por la
lesión recibida”, el padre del general Ángeles murió en agosto de 1899. Este
hecho necesariamente debió influir en el general Ángeles que tenía 31 años de
edad y le faltaban 20 para morir.
Sabemos entonces que el padre del general era masón y
“simpatizaba” con los integrantes de la logia Los vigilantes de la montaña. Esto significa que era masón pero
no de esa logia. Actualmente, el sitio oficial del gobierno de Hidalgo dice que
en 1871 “se estableció en Molango la logia
denominada Los Vigilantes de la Montaña,
integrada por los masones (…) adictos al gobierno del Presidente Juárez,
empeñado en el respeto de las leyes, especialmente a la Constitución de 1857,
progresistas y ejemplares ciudadanos, algunos de los cuales participaron más
tarde en la Revolución de 1910-1918”.
Una de las principales acusaciones
políticas contra el general Felipe Ángeles cuando su juicio fue precisamente su
defensa de la Constitución de 1857 y su crítica a la de 1917 cuando fue
promulgada por Carranza.
Felipe Ángeles Ramírez. Crédito Wikipedia. |
En cierta parte del juicio militar el general dijo:
“Nosotros, los ateos que tenemos una regular instrucción, podemos ver la
perversidad de tales o cuales actos” (Gilly, p.183). No tengo el dato que
indique desde cuándo tenía esa convicción pero en el momento del juicio y de su
muerte, a los 51 años, hace un siglo, Ángeles se asumía ateo.
Así, el general Felipe
Ángeles no fue masón a pesar de haber estado en febrero de 1913 entre dos
masones (Madero y Pino Suárez) cuando ocurrió el golpe militar de otro masón, Victoriano
Huerta, masón del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (bit.ly/2QN0uLU).
Nos quedamos con estas respuestas en el centenario de la
muerte del revolucionario caballero, del militar decente, del catedrático experto
en matemáticas aplicadas, en artillería y en balística, del sostén de la
revolución villista que fue el general Felipe Ángeles; con éstas respuestas hasta
que haya pruebas documentales en contrario.
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