"El artista M. C. Escher utilizó la banda de Möbius como motivo principal en diversas obras. El artista de cómics Jean Giraud usa el seudónimo de Moebius desde inicio de los 80s en su obra más experimental ligada al género de la ciencia ficción. El artista Salvador Dalí usa un diseño de la cinta de Moebius para las manillas de llave de la tina de baño de Gala, en el Castell Gala Dalí de Púbol. El libro de cuentos Queremos tanto a Glenda, del escritor argentino Julio Cortázar, publicado en 1980, cuenta con una composición titulada Anillo de Moebius. El 17 de octubre de 1996, se estrenó la película Moebius, realizada en Argentina. Dicha película hace referencia a la teoría de la cinta que lleva el mismo nombre, aplicada a una supuesta red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires ampliada. Se basa en un cuento de A. J. Deutsch, A Subway Named Moebius (1950). El estudio de arquitectura holandés UNSTUDIO realizó un edificio basado en la cinta de Moebius. Mario Levrero tituló un cuento La Cinta de Moebius, y el recorrido del relato tiene las características de la banda. La banda argentina Catupecu Machu lanzó en 2009 un álbum titulado Simetría de Moebius en alusión a la banda. Además tiene una canción con el mismo título en el álbum”.
Mi propuesta literaria para la cinta es el siguiente
relato que escribí hace varios años. En él, la palabra “prin-cipio”, interrumpida en el último renglón (prin), recicla la narración al inicio del relato, donde se halla la segunda parte de la misma palabra (cipio), haciendo
el relato interminable, infinito, precisamente como la cinta de Moebius. La cinta tiene una sola cara. Dos personas que caminen en lados "opuestos" de la cinta realmente estan del mismo (único) lado de la cinta. A eso alude el cuento. Antes, un video explicativo:
Ahora mi relato:
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Cinta de Moebius
-cipio, on the beginin’, y comenzar de nuevo,
¿no es
terrible?, de anticiparse a todo
de anticiparse
a los hechos desencadenados
o
anticiparse a la vida estando solos, o las dos cosas,
era como
haber esperado antes
de tiempo,
antes master,
antes de la fecha que habíamos
antes de la fecha que habíamos
marcado, del
veintiuno, del viernes planeado,
sí la conociste cómo no, sólo que no te acuerdas, boss,
claro: serán como cuatro años, tres o cuatro años, entonces todo tranqui,
sí la conociste cómo no, sólo que no te acuerdas, boss,
claro: serán como cuatro años, tres o cuatro años, entonces todo tranqui,
master, los pleitos fueron después, mucho
después,
en esas fechas no, salvo que lo negaba:
en esas fechas no, salvo que lo negaba:
a veces
decía Sí, a veces No,
te lo juro,
a veces suplicaba que la dejara en paz,
según para pensar, y era como jugar,
según para pensar, y era como jugar,
a veces yo también le suplicaba,
le
suplicábamos, ¿me oyes?, salud, entre varios,
y entonces decía que Sí, que el día veintiuno,
y entonces decía que Sí, que el día veintiuno,
y era como un
capricho, jefe,
de verdad,
un emperramiento,
lo decía su mamá también,
lo decía su mamá también,
ahora
podemos, digo, puede uno arrepentirse,
echarnos la pelotita
echarnos la pelotita
unos a otros,
ya todo, después de tanto,
ya todo está hecho,
ya todo está hecho,
¿qué puedo
hacer?, platicarte mientras nos echamos algo y fumamos,
decirte esto
que me asfixia,
como me
asfixiaban los pleitos de entonces,
era cuando
yo le decía zorra, bitch, puta y
punto,
pero para mis
adentros, no a ella, no me jodas,
ella no
sabía, a pesar de que desde entonces
todo estaba planeado
todo estaba planeado
para el
treinta de junio,
entonces era para el día treinta,
entonces era para el día treinta,
detalles no
recuerdo, I don’t, ya tiene su
tiempo,
su time ago, yo fijé la fecha, ¿o ella?,
no recuerdo, primero el treinta de junio,
su time ago, yo fijé la fecha, ¿o ella?,
no recuerdo, primero el treinta de junio,
después, posponiéndola,
el veintiuno de julio,
y ella diciendo que No,
y ella diciendo que No,
pero
después, frente a todos,
ya con el montón de gente enfrente,
ya con el montón de gente enfrente,
friends de otros años, decía que Sí,
tú mismo le
dijiste: Date tiempo, y a mí:
Date tiempo, dense tiempo, ella no ha dicho que
No,
y yo te
decía: Pero tampoco que Sí,
y ella
interrumpía chocando nuestros vasos:
Es demasiado tarde,
o se
contradecía: Él no me da oportunidad;
era como
jugar, ahora me doy cuenta, nos damos,
¿me oyes?,
salud, escúchame,
era como
deshojar margaritas, los días, el tiempo,
los meses resbalándose hacia uno,
ese viernes marcando una burbuja en esa
los meses resbalándose hacia uno,
ese viernes marcando una burbuja en esa
aplanada
continuidad, como una cinta,
era darle
vuelta a la superficie
como una
cinta de moebius:
siempre
separados
y siempre del mismo lado de la cinta,
y siempre del mismo lado de la cinta,
¿tú
comprendes?, yo menos,
era torcer
la realidad, como la cinta,
torcer nuestro destino,
torcer nuestro destino,
todo al
revés para esa fecha,
siendo una fecha tan lejana,
siendo una fecha tan lejana,
lejana en el
futuro entonces,
lejana en el pasado ahora,
lejana en el pasado ahora,
lejos,
lejos, master, salud, ¿me oyes?,
lejos, lejana, far from
lejos, lejana, far from
de esta
perra suerte, y ni la lejanía la convencía,
todos presionándola, bajaba los ojos,
todos presionándola, bajaba los ojos,
esos enormes ojos de vaca,
en serio, no
te rías,
y entonces la atacábamos entre todos,
y entonces la atacábamos entre todos,
yo le decía:
bicha, el veintiuno, de bitch, por puta,
y ella
furiosa, más se negaba: Nunca,
lo decía con un marlboro tembloroso en los labios:
lo decía con un marlboro tembloroso en los labios:
Jamás, o una copa,
o un salem bailarín en sus dedos:
o un salem bailarín en sus dedos:
Ni lo pienses,
pero mírame,
maestro, te decía que ella furiosa,
y nosotros: bicha el veintiuno, ella furiosa,
no tanto por bitch
no tanto por bitch
sino por la
fecha acercándose, comin’on boss,
salud,
no estés
mirando a la ventana,
sírvete otra, te decía que,
sírvete otra, te decía que,
bueno, la
onda era que se resistía,
se nos iba el tiempo, se le iba,
se nos iba el tiempo, se le iba,
como a ti y
a mí ahora,
platicando,
nunca estuvo en mis manos,
se lo dije,
siempre se me escurrió
de entre los
dedos, yo sí se lo decía:
Nunca he sido tu absoluto dueño,
nunca en
cuatro años, cosa así,
siempre la
cinta que te dije separándonos
a pesar de
estar juntos, y entre más lejos me iba
más cerca
estaba de ella, más cerca,
¿cuántas
veces me fui de su lado?, ¿cuántas?,
y siempre
volvía, porque entre más lejos,
más la sentía en mí,
más la sentía en mí,
era
terrible, yu donknow, estar en otra
ciudad,
mirar
pelonas las paredes, ninguna foto,
oír radio, fumar,
oír radio, fumar,
oír No renunciaré, la canción de ese
entonces,
recordar a
mil kilómetros de aquí
cuando ella me decía:
cuando ella me decía:
Esa es para ti, y era No renunciaré,
¡de ella para mí!,
¡de ella para mí!,
todo eso se
me agolpaba,
eso yo lo
recordaba recorriendo vitrinas,
comprando libros,
comprando libros,
buscando
otra lavandera, yendo al cine,
siempre en mí, everforever, master,
oír la cabrona canción cuando pagaba el hotel,
siempre en mí, everforever, master,
oír la cabrona canción cuando pagaba el hotel,
cuando subía
yo a autobuses desconocidos
con destinos
desconocidos, todo para alejarme más,
pero era
imposible: ella iba en mí,
xalitic,
rutas desconocidas, landero y coss,
calles en
las que me hundía hasta las orejas
en ruidos de claxon,
en ruidos de claxon,
de mercados,
de vendedores,
calle joaquín rodríguez, avenida orizaba, cruceros, siempre huyendo
y siempre encontrándola
en la última casa confundida
en los arenales de la orilla,
calle joaquín rodríguez, avenida orizaba, cruceros, siempre huyendo
y siempre encontrándola
en la última casa confundida
en los arenales de la orilla,
y entonces
yo miraba hacia el mar
y ella caminaba sobre el mar hacia mí,
y ella caminaba sobre el mar hacia mí,
buscándome,
como llamándome,
salud, lookin’for,
salud, lookin’for,
y entonces
yo volvía,
aún cuando
Dios ya nos había
marcado destinos separados,
marcado destinos separados,
pero ella me contradecía
con blasfemias:
No, Dios no sabe,
y añadía convencida
Dios no sabe, por eso no decide qué hacer con nosotros;
y añadía convencida
Dios no sabe, por eso no decide qué hacer con nosotros;
nos separaba
y nos unía la cinta de moebius,
era avanzar,
era avanzar,
como esta
plática, decirte, platicarte
y tener que
empezar otra vez, igual con ella,
porque
avanzábamos pero quedábamos iguales, separados,
después
llegó un tiempo de tos, ¿me oyes?,
pleitos a
toda hora, celos,
y la fecha quieta pero moviéndose,
y la fecha quieta pero moviéndose,
fija pero
caminando del mismo lado de la cinta
sin hallarnos,
sin hallarnos,
sin tener
fin, como esta plática,
en que no
hay fin mientras se van las horas fumando,
salud; y ahora que sentimos este golpe,
que siento, digo, este golpe de viento fresco en la cara,
salud; y ahora que sentimos este golpe,
que siento, digo, este golpe de viento fresco en la cara,
puedo decir
que quizá todo estuvo mal
desde el principio,
desde el principio,
from the beginin’, puede ser,
hasta que llegó el veintiuno de julio,
hasta que llegó el veintiuno de julio,
¿remember?, ella aguardó esperanzada el
veintiuno,
desesperanzada,
ve a saber, inútilmente esperanzada,
quizá
limpiando los floreros, esperando,
o sacudiendo las cortinas,
o sacudiendo las cortinas,
oyendo
discos mientras se iba el día,
yo no supe,
me imagino que sentada frente a su casa,
o en el
sofá, con crucigramas,
aguardando
inútilmente a que llegara la tarde
a como había
esperado la mañana
y esperaría
la noche, soñé que me lo dijo:
Te esperé toda la tarde, me bañé, me arreglé,
nunca llegaste, ¿por qué lo hiciste?,
tuve que mentir para salir bien vestida:
Voy al cine, mamá, Voy a visitar a miriam, mamá,
Voy a la iglesia, mamá, Voy a casarme, mamá,
Voy a esperar más años, mamá;
¿me oyes?, no te
duermas, sírvete otra,
era como, no te duermas,
coño,
te decía que era
terrible, tú ponte en su lugar:
dejar ir las
horas del veintiuno
a como dejamos ir las horas
a como dejamos ir las horas
hoy que te
platico sin parar,
horas de decirte lo mismo,
horas de decirte lo mismo,
sin fin, como
moebius,
era como
anticiparse a los hechos desencadenados,
anticiparse
a la vida, y sin embargo, master,
recomenzarlo
todo, estar en el mismo lugar como al prin-
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La palabra cortada y el giro equivale a:
Imagen Wordpress |
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Repito el enlace del cuento de Julio Cortázar: Anillo de Moebius. La destreza técnica (universal), de Cortázar, logra un planteamiento sutil. Mi planteamiento (municipal), es brusco. ¿Cuál se acerca más al sentido de la cinta del video?
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1. Uno nunca sabe
2. Vasito de cortal cristado
3. Cosa de nada
4. Lilí
5. Eurídice
6. El regreso es más largo
7. Tú lo has dicho (paráfrasis)
8. Ahora es el orgullo
9. Ariadna en el laberinto
10. Rocío
11. El muchacho que te dije
12. Buscarte al amanecer
13. Ángela agónica
14. La vida de cubitos
15. No quieren jugar con nosotros
16. Al alcance de los niños
17. La ilusión de los sentidos
18. Es cosa de paciencia
19. Nosotros también adoramos a Tania
20. Una caseta telefónica cercana
21. Quisiera un castillo sangriento
22. Cinta de Moebius
23. Acero inexorable
24. Ciudades de refugio
25. Lápiz cosmético 1
26. Lápiz cosmético 2
27. Galletitas
28. Gatito con estambre
29. Medalla de oro
30. Esos no son sus pasos
31. Armagedón, M. R.
32. El sol en la oscuridad
33. Hidro-plus, M. R.
34. Cortarle las uñas al nene
35. Marcador final
36. El niño tiene razón
37. La piel del gato
38. Cajitas de Pandora
39. Cariño a los animales
40. Juego de niños
41. Melpómene iracunda
42. Éxodo 3:14
43. Podremos mirar el mar
44. Jardines comenzados
45. Los grados del desorden
47. Morir es como irse
47 relatos de fantasía, de violencia, de crueldad, de ciencia ficción, de tecnología ficción, de humor negro y de lo absurdo. En algunos cuentos asoma su nariz las matemáticas, como en el relato 'Los grados del desorden'. No todos los cuentos tienen solución o desenlace obvios, sino finales sorpresivos, o que quedan a la imaginación del lector. Hay dos con sendas variantes que el lector debe encontrar, son 'Lápiz cosmético 1' y 'Lápiz cosmético 2', cuentos distintos que parecen ser exactamente iguales. Varios de los relatos exigirán al lector una solución propia de alta exigencia como en 'El niño tiene razón'. Otro exigirá que el lector construya su propio relato, como en 'Gatito con estambre'. En otros sorprendentemente hay texto pero no hay cuento, como en 'Morir es como irse', donde el lector leerá pero en el vacío. El título de un cuento (pista: es uno breve) debe ser leído con precaución pues no es lo que se lee a golpe de vista: el título encierra una trampa. En otro se ha pretendido la construcción literaria de una cinta matemática que tiene sólo una superficie: hay que leer 'Como una cinta de Moebius', un cuento sin principio ni fin; la mitad de una palabra da la pista para recomenzar la lectura interminablemente. Hay algunos donde domina la tecnología ficción, como en ‘La piel del gato’, donde unos gatos generan electricidad para uso doméstico; tecnología ficción en aparatos diseñados para el suicidio como en ‘Armagedón’ (que es una guillotina portátil) o ‘Acero inexorable’ (esferas giratorias que matan por impacto). Dos o tres son particularmente crueles, uno de ellos: 'Cortarle las uñas al nene', que detrás del título encantador esconde una atrocidad impune. Son 47 cuentos para leer, divertir y desafiar el entendimiento. Gracias por leer. Wenceslao.
En España, el autor Andreu Martín tuvo la gentileza de mencionar mi libro de cuentos Uno nunca sabe (2011), en el suyo, titulado Cómo escribo novela policíaca, en una lista de autores de diversos países que escribimos sobre la violencia (la violencia del Estado, la violencia en el amor, la violencia en la literatura). Andreu Martín anotó en Cómo escribo novela policíaca. Guía del escritor (Barcelona, 2015): "La obra (de Wenceslao Vargas Márquez) consta de 46 cuentos breves, donde el autor nos ofrece historias crueles, llenas de desamparo, de violencia física y simbólica".