domingo, 13 de diciembre de 2015

Morelos, su acero, su piedra y sus llamas

MORELOS, SU ACERO, SU PIEDRA Y SUS  LLAMAS
Wenceslao Vargas Márquez

‘Imaginad una espada en medio de un jardín. Eso es Morelos’.

Así describió Carlos Pellicer a José María Morelos en su monumental poema ‘Tempestad y Calma en honor de Morelos’. El poema, difícil de hallar en papel, puede leerse completo en línea tecleando las palabras pertinentes en un buscador informático. Dijo Pellicer: ‘Imaginad una pedrada sobre la alfombra de una triste fiesta. Eso es Morelos. Imaginad una llamarada en almacén logrado por avaricia y robo. Eso es Morelos’.

Se cumplen 200 años de la ausencia física de Morelos a partir de su fusilamiento en diciembre de 1815, y se hace pertinente revisar lo que Morelos significó en nuestra historia nacional y en la masonería. Para ello hacen falta palabras pero Morelos es tan inasible que seguramente se escapará a la pretensión de enmarcarlo en unos párrafos. ‘Ya tengo las imágenes pero no las palabras. Pero hay aceros, y piedras, y llamas’, dijo Pellicer.


Tenemos constructores de nuestra nacionalidad, de ellos, entiendo, debemos quedarnos con tres. Uno de la Independencia, Morelos; otro de la Reforma, Juárez; otro de la Revolución (ni Madero que encendió la mecha impulsado por su espiritismo, ni Carranza que redactó la constitución); me quedo con Calles que le dio rostro final al México de hoy con todo y el inefable PRI que nos gobierna. 

Hidalgo inició el incendio insurgente y Morelos le dio forma en Chilpancingo en 1813 y Apatzingán en 1814, Iturbide lo consumó en 1821. Juan Álvarez inició el incendio de la reforma y Juárez, masón, le dio forma en las leyes. Madero, masón, empujado por el espiritismo, inició el incendio revolucionario de 1910 y Carranza le dio forma constitucional en 1917 pero fue Calles quien concretó la versión final del México que conocemos con el nacimientos de su partido político.

El iniciador de nuestra arquitectura jurídica como nación es Morelos porque Morelos redactó los parcos 23 Sentimientos de la Nación (sobre los borradores de López Rayón) y que fue el inicio del proceso que culminó con nuestra primera constitución propia, la de Apatzingán de 1814. 

Esa es la importancia de Morelos porque el camino que marcó fue el camino que tomó México con pocas variantes, con variantes de forma. Esa es la parca palabra de Morelos. “Vivir con pocas palabras; pero en cada palabra tener una tempestad. Ah, si yo pudiera haberlas dicho, acero, piedra, llama. Gritar Morelos y sentir la flama. Gritar Morelos y lanzar la piedra. Gritar Morelos y escalofriar la espada.”

¿Fue masón Morelos? 

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REMITO A MI LIBRO PARA CONOCER LOS DETALLES DE LA RESPUESTA

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Quiero tocar aquí una dato histórico. Morelos leyó un discurso ante el Congreso de Chilpancingo en septiembre de 1813. Se sabe que el texto lo escribió Bustamante. Pues bien, dice el Archivo General de la Nación (Legajos No. 3, Boletín del Archivo General de la Nación, 2010) que el 31 de octubre de 1814, Patricio Humana, secretario del virrey Félix María Calleja, puso al texto original el encabezado siguiente:

“Discurso pronunciado por el rebelde Morelos en la Junta revolucionaria de Chilpancingo el 14 de septiembre de 1813, compuesto por el cabecilla licenciado Carlos María Bustamante. Original de puño y letra de Carlos María de Bustamante, remitido desde Oaxaca y corregido por Morelos antes de darle lectura". Las enmiendas del caudillo son las siguientes: en el antepenúltimo párrafo sustituyó la palabra ‘francmasonismo’ por ‘fanatismo’”.

Leamos la versión final del párrafo:Celebrad en torno de esta augusta asamblea (…) el fausto momento en que vuestros ilustres hijos se han congregado para vengar vuestros ultrajes y desafueros y librarse de las garras de la tiranía y fanatismo que los iba a sorber para siempre”. ¿Por qué Bustamante, crítico de las logias, puso esa palabra? ¿Por qué Morelos quitó el ‘francmasonismo’ de Bustamante y puso ‘fanatismo’ en la versión final antes de leer? Quizá nunca sepamos, pero es concluyente que de Morelos y de Hidalgo no tenemos pruebas hasta hoy de que hayan sido masones. Es la voluntad dogmática de la francmasonería mexicana quien mete a fuerzas estos nombres en sus genealogías.

La vigencia del pensamiento de Morelos es el contínuum de nuestra república. Lo que él delineó en lo elemental sigue vigente porque los atropellos del poder público sobre el ciudadano siguen vigentes 200 años después de su fusilamiento. Hoy como ayer la invasión de poderes, como ayer el robo, como ayer la tortura (asignatura nunca superada, prohibida la tortura desde entonces por el Sentimiento 18). En el 11 plantea que la Patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el Gobierno. ¿No es lo de hoy?

¿Por qué sigue vigente Morelos? Lo escribió Pellicer: porque su nombre debe ser una espada permanente en medio del jardín del jugoso lucro, porque Morelos es una pedrada en medio de la ruindad nacional de los poderosos a los que 60 millones de pobres no les importan dos siglos después, y se embriagan de poder y soberbia en el centro de la alfombra roja de su autista y triste fiesta, porque el México nuestro ha dejado de ser un Estado y se ha convertido, depredador, en un almacén logrado por avaricia y robo.

Morelos debe seguir vivo porque mientras no haya la justicia que iguale a todos ante la ley deben seguir existiendo su acero y su piedra y sus llamas.

@Logiasymasones

sábado, 28 de noviembre de 2015

Farabeuf: fascinación por la incisión

Farabeuf: fascinación por la incisión 
Wenceslao Vargas Márquez

Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar”, escribió Borges al explicar el origen de Tlon, Uqbar, Orbis tertius.



Salvador Elizondo escribió que su texto (¿novela?) Farabeuf, de 1965, se debe a la conjunción de una imagen y un libro. El libro es Las Lágrimas de Eros (Tusquets, 1961), de Georges Bataille; la imagen es la que aparece en ese libro ilustrando una ejecución en la China de inicios del siglo XX. 

En mi ejemplar de Bataille, en realidad, las ilustraciones son tres. Las Lágrimas de Eros trata el tema de la sexualidad y el dolor, por eso el sugerente título. Mi ejemplar exhibe las tres fotografías del tormento de los cien cortes en las páginas 236, 237 y 238 (bit.ly/2Kd5gP7). 


El supliciado en Las Lágrimas de Eros - Bataille
La historia de esas imágenes es aproximadamente la siguiente, siguiendo el análisis de su historicidad hecho por Rolando Romero de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. 

En marzo-abril de 1905 el gobierno imperial chino condena a Fu Chu Li a morir desollado vivo mediante un procedimiento legal llamado Leng-Tché, la muerte por los cien cortes (bit.ly/33aNnI5), cortes con navajas que deben hacerse lentamente sobre el supliciado hasta que muera.

Cuatro fotografías del suplicio la tomó Louis Carpeaux el 10 de abril de ese año. En 1932 Georges Dumas publica otra fotografía del mismo método de ejecución pero que no son las del Fu Chu Li histórico y que serían presumiblemente de la década de 1880. En 1961, Georges Bataille publica las imágenes tomándolas de Dumas y allí las descubre Salvador Elizondo quien queda conmocionado por las tres imágenes y se dispone a escribir su texto (¿novela?) Farabeuf.




Portada de mi ejemplar del Precis de Manuel Operatoire

Farabeuf es el apellido de un médico francés de existencia real e histórica que escribió Precis de Manuel Operatoire en 1872. Mi ejemplar electrónico (cuarta edición, 1893-1895) consta de más de 400 páginas y está ilustrado con 799 imágenes de vivisecciones del cuerpo humano con finalidades didácticas para los estudiantes de medicina de la Francia de esa época, imágenes que recuerdan al supliciado chino de 1905 (bit.ly/2mExVO0). Elizondo, en la ficción de su relato hace que el médico histórico Farabeuf sea el autor de Aspects Medicaux de la Torture Chinoise convirtiéndolo en personaje central.

Una página del Precis, de Farabeuf 
Con esa idea arma la ¿novela? que apareció publicada el 30 de noviembre de 1965, hace 50 años. He leído que las ediciones iniciales de la obra de Elizondo, de hace medio siglo, tenían la imagen del supliciado chino con sus cien o mil cortes en el instante de morir por lo que la obra lleva el subtítulo Crónica de un instante, aludiendo al instante de morir. 

Mi ejemplar en papel es una morosa versión de Joaquín Mortiz y no tiene ya esa imagen de la ejecución sino apenas alguna viñeta repetida tomada del Precis de Manuel Operatoire del Farabeuf histórico donde un par de manos presuntamente médicas cortan con sierra un muslo al parecer masculino (bit.ly/2yCZ9Nn). Digo que al parecer médicas porque las mangas parecen ser la de un saco occidental convencional y sobresalen de ellas los bordes de lo que parece ser una camisa blanca. 

Salvador Elizondo (1932-2006) centra su ambigua narración en un ficticio Farabeuf que ofrece ese tormento a una mujer indefinida como prueba de amor y de erotismo. Elizondo es perturbador, desquiciante en sus casi 180 páginas de narración. 

El capítulo VII se dedica al tormento y a la imagen del supliciado de Bataille. ‘La fotografía no representa sino una parte mínima del horror’, dice Elizondo. Explica:     

                   “- Cuéntame todo. ¿Cómo se inicia el tratamiento?
“- Con palabras.
“- Palabras lentas, como las que profiere la ouija. Primero le hacen dos tajos horizontales sobre las tetillas.
“- ¿Y luego?
“- Y luego, jalando hacia abajo los bordes de esas incisiones, el verdugo le arranca la piel hasta dejar descubiertas las costillas.
“- ¿Gritó entonces el supliciado?
“- No; me miraba en silencio.
“- ¿La visión de ese cuerpo desgarrado te conmovió?, ¿sentiste compasión?, ¿sobresalto?, ¿náusea?
“- Fascinación. Fascinación y deseo.

Mi preciado ejemplar de Farabeuf
Reviso que fascinación, según el diccionario de la academia, es un engaño o alucinación, una atracción irresistible. Esa es la atracción que sintieron Bataille primero y Elizondo después por esas tormentosas imágenes que les atraen irresistiblemente la mirada.

En el capítulo 14 de la novela Rayuela de Cortázar el chino Wong le muestra a Oliveira una fotografía que trae en su billetera. La imagen es la de un hombre que muere bajo el tormento de los cien cortes. Wong tímidamente muestra la fotografía y vuelve a guardarla, la guarda con cariño, con timidez, con precaución, como quien guarda una imagen pornográfica. 

No sabemos por qué el chino Wong trae esa imagen en su cartera; no dudamos que la trae porque también está fascinado por ella. La trae para mirarla insistentemente; Wong la trae porque al parecer prepara un libro sobre la tortura. Y es que los libros sobre tortura escasean.

La Editorial Posada y su Colección Duda, que mi generación conoció, publicó uno titulado Historia Universal de la Tortura. Mi ejemplar es de 1972 y no tiene descrita ni enlistada la ejecución por los cien cortes en el capítulo dos de la primera parte, dedicada a China.


Mi ejemplar de Historia universal de la tortura, 1972.
José Donoso, en su magnífica obra ‘Casa de Campo’, puntualiza que para fascinar se necesitan ojos - de las pocas obras que tiene a un personaje literario de nombre Wenceslao, un niño que, desde mi interpretación, es el personaje principal. Donoso hace que reclamen a un personaje (Berenice) a quien ciertas ruinas le fascinan. Otro personaje corrige a Berenice que unas ruinas no pueden fascinar porque para fascinar se necesitan ojos. (Otro personaje literario que (sobre)lleva el nombre es Wenceslao Pérez Chanán, comisario-detective creado por el autor guatemalteco Francisco Alejandro Méndez)

Y ojos tiene, elevados al cielo, Fu Chu Li, en el instante en que muere bajo una lluvia de navajas. La narración de Elizondo quiere equivaler ese instante, leyendo los ojos del supliciado, al instante del orgasmo, y ése es el orgasmo que el Farabeuf de Elizondo ofrece a su pareja. Creo entender, después de leer por segunda vez Farabeuf, que las incisiones del suplicio son vulvas o son ojos. Creo ahora que el supliciado es un guiñapo hecho de ojos, como los cuatro Seres Vivientes del Apocalipsis 4:6, que están llenos de ojos. 

Detalla Salvador Elizondo, en la página 137, la diferencia entre procedimiento y rito: 

“- Luego aprietan lentamente las ligaduras.
“- ¿Para qué?
“- Para facilitar el desmembramiento.
“- ¿Así es el rito?
“- No; así es el procedimiento. El rito es nada más mirarlo.

Bataille y Elizondo coincidieron, estremecidos, hace medio siglo, en noviembre de 1965 respecto del supliciado Fu Chu li: El erotismo es nada más mirarlo.


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@WenceslaoXalapa

lunes, 2 de noviembre de 2015

Cuatro monstruos.

Cuatro monstruos
Wenceslao Vargas Márquez


Se ha dicho que nunca segundas partes han sido buenas. Si esto es regla, hay excepciones: Son mejores los Viajes tres y cuatro de Gulliver (de Swift) que los viajes uno (gigante entre enanos) y dos (enano entre gigantes). 

Son mejores los capítulos tres, cuatro y cinco de los bellos y simpáticos gigantes comilones Gargantúa y Pantagruel (de Rabelais), que el uno y el dos. 

Es mejor la segunda parte del Quijote que la primera; es superior Alicia y el Espejo como segunda parte, que Alicia y las maravillas, que es la primera. He de referirme a esas segundas partes y a sus aniversarios.

Mi ejemplar de El Quijote distribuido por Fox

La Academia de la Lengua Española (y su diccionario, fobias predilectas del fallecido Nikito Nipongo) reconoce siete acepciones de la palabra monstruo; tres de ellas son las siguientes, consultadas en su diccionario en línea: 2. m. Ser fantástico que causa espanto; 4. m. Persona o cosa muy fea; 6. m. coloq. Persona de extraordinarias cualidades para desempeñar una actividad determinada. 

Quiero usar en este texto las tres acepciones para referirme a los dos monstruos literarios Cervantes y Dodgson; y a los dos monstruos de ficción el Endriago y al Jabberwock

Los cuatro monstruos se conjugan en El Quijote y en Alicia en el País de las Maravillas y en Alicia a través del Espejo. El Quijote (segunda parte) cumple 400 años; Alicia y el espejo, 150.

Mi Amadís de Gaula.

Estimo que El Quijote (segunda parte, 1615) existe gracias al Endriago (del Amadís de Gaula, 1508), monstruo de ficción que aterrorizó a nuestros tatarabuelos en el siglo XVI. Don Quijote alaba interminablemente a Amadís y lo considera su modelo a seguir en sus andanzas justicieras. Don Quijote combate en el siglo XVII al monstruo de la maldad humana; en el XVI Amadís combate al monstruo físico que es el Endriago. 

Dice la Academia de la Lengua que es probable que Endriago sea una palabra resultante de la unión de las palabras hidra y dragón; deja este origen como hipótesis. El Endriago aparece en el libro tercero, capítulo IX, de Amadís de Gaula (mi edición es la de Porrúa, otras ediciones hacen una numeración continua de manera tal que el capítulo es el 73).


Mi ejemplar de Alicia, las maravillas y el espejo.

El Endriago está descrito así: Tenía el cuerpo y el rostro cubierto de pelo, y encima había conchas, sobrepuestas unas sobre otras, tan fuertes, que ninguna arma las podía pasar, e las piernas e pies eran muy gruesos y recios, y encima de los hombros había alas tan grandes, que fasta los pies le cobrían, e no de péñolas (pluma para escribir, W), mas de un cuerpo negro como la pez, luciente, belloso, tan fuerte, que ninguna arma las podía empecer, con las cuales se cobría como lo ficiese un hombre con un escudo; y debajo dellas le salían brazos muy fuertes, así como de león, todos cobiertos de conchas más menudas que las del cuerpo, e las manos había de hechura de águila, con cinco dedos, e las uñas tan fuertes e tan grandes, que en el mundo no podía ser cosa tan fuerte que entre ellas entrase, que luego no fuese desfecha. Dientes tenía dos en cada una de las quijadas (dos dientes como el Jabberwock, W), tan fuertes y tan largos, que de la boca un codo (entre 40 y 50 cm, W) le salían, e los ojos grandes y redondos muy bermejos como brasas; así que, de muy lueñe, siendo de noche, eran vistos, e todas las gentes huían dél”.

Sigue: Saltaba e corría tan ligiero, que no había venado que por pies se le podiese escapar; comía y bebía pocas veces, e algunos ningunas, que no sentía en ello pena ninguna; toda su holganza era matar hombres e las otras animalias vivas, e cuando fallaba leones e osos, que algo se le defendían, tornaba muy sañudo, y echaba por sus narices un humo tan espantable, que semejaban llamas de fuego, e daba unas voces roncas, espantosas de oír; así que, todas las cosas vivas huían antél como ante la muerte, olía tan mal, que no había cosa que no emponzoñase. Era tan espantoso cuando sacudía las conchas unas con otras, e facía crujir los dientes e las alas, que no parecía sino que la tierra facía estremecer”.
El extraño Endriago de Wikipedia.
No es negro ni tiene alas.
El Endriago era hijo de un incesto consciente y aceptado entre dos gigantes, Bandaguido y su hija Bandaguida. Esta última mató a su madre para quedarse con su padre y para vivir como marido y mujer (nada que ver con los preciosos gigantes de Rabelais). A este monstruoso Endriago mató Amadís de Gaula. Amadís fue el Supermán, el Kalimán, el agente 007, el Ethan Hunt del siglo XVI. Hace 400 años, en octubre de 1615, Amadís es la guía central de Cervantes.

Swift ‘diseñó’ el bello nombre ‘Vanessa’; El Quijote existe porque Amadís luchó contra el Endriago y porque el autor generó dos de los más bellos nombres propios femeninos de la literatura universal: Elisena, su madre, y Oriana, su enamorada. Cuando Amadís huye hacia la Peña Pobre se hace llamar Beltenebros. Me atrae el enigmático nombre Beltenebros (simultáneamente ‘bello y tenebroso’ según una edición de 1833). Elisena, Oriana, Beltenebros. Vayamos ahora hacia Charles Dodgson, hacia su seudónimo, hacia Lewis Carroll.

A Alicia en el país de las maravillas le sucede Alicia a través del espejo. En el capítulo uno, Alicia atraviesa el espejo y llega a la sala donde se encuentra con un libro conteniendo un poema titulado Jabberwocky que es una jerigonza intraducible. En el poema un niño (‘boy’, y no Alicia que está leyendo) mata al Jabberwock. La descripción es confusa, intraducible. 

El Jabberwock, de Tenniel

La imagen del monstruo la fijó el ilustrador oficial Tenniel. La imagen de Tenniel ilustra a un enorme monstruo saliendo de frente desde un bosque intentando agredir a una niña (cuerpo femenino, cabello largo) que está en el lado derecho del primer plano, de espaldas al espectador, blandiendo una espada (ver cuadro). 

No dudo que es de este cuadro de donde Hollywood centra sus historias de Alicia luchando contra el horroroso Jabberwock, cosa que Carroll no propone. 

Los parecidos entre el Endriago y el Jabberwock son sorprendentes: dos y dos dientes enormes, dos alas, dos brazos bajo las alas, brazos y piernas fuertes, manos como de águila, ojos de fuego (eyes of flame), entorno boscoso, muerte por espada.        

 Los niños no necesitan ayuda ni para leer Alicia y las maravillas ni para leer Alicia y el espejo. Los adultos sí necesitamos la ayuda. Quizá el mejor báculo para adultos sea el libro comentado por Martin Gardner. La nota 37 de Gardner (Alicia anotada, p.184) anuncia un posible origen de la idea del Jabberwock en la mente de Lewis Carrol a través de una balada alemana pero ¿y si el origen del Jabberwock fuese el Endriago

Es mi propuesta y dejo la respuesta a los lectores y a los especialistas (categorías que con frecuencia construyen conjuntos disjuntos, según la nomenclatura de Venn) .

La primera parte de El Quijote cumplió 400 años en 2005 y el presidente Fox firmó y regaló miles de quijotes bajo el sello Alfaguara (el colofón no dice cuántos libros se imprimieron). 

Diez años después, en este 2015, se cumplen los cuatro siglos de la segunda parte y no he sabido de conmemoraciones al respecto. 

Los monstruos literarios Cervantes y Dodgson se apoyaron en dos monstruos que son el Endriago y el Jabberwock para crear sus monumentales obras. 

Cervantes redacta El Quijote porque Don Quijote admira interminablemente a Amadís y Amadís es admirable por haber matado al Endriago. Dodgson no se propone, pero Hollywood sí, hacer admirable a Alicia por haber matado al Jabberwock.

Cada obra tiene un autor (Cervantes y Dodgson-Carroll); teratológicas, cada obra tiene un monstruo. En cada monstruo conviven el autor, el siglo de cada autor, y el monstruo humano (nuestro holograma) que al tiempo que nos devora en incesante autofagia, extrañamente logra pervivir en nosotros.  

Twitter @WenceslaoXalapa


domingo, 2 de agosto de 2015

El sueño educativo en México

http://www.vanguardia.com.mx/columnas-elsuenoeducativoenmexico-2358919.html



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domingo, 12 de julio de 2015

Porfirio Díaz, nuestro pelícano

Porfirio Díaz, nuestro pelícano
Wenceslao Vargas Márquez

El hombre del centenario luctuoso en curso (somos hijos de una cultura occidental decimal), Porfirio Díaz Mori, nació en Oaxaca en 1830, murió en Francia en 1915, hace cien años. Terminó la carrera de abogado, trabajó en un bufete y fue un equivalente de profesor universitario (de latín, de derecho Natural y derecho de gentes) antes de optar por las armas. Luchó desde los 25 años de edad contra la dictadura de Santa Anna (1853-55) y debió huir para salvar su vida.

Mis ejemplares de las Memorias de Díaz


Sus Memorias, en dos tomos de 300 páginas cada uno, no son fácilmente localizables; se conservan gracias a que las dictó a Matías Romero en 1892, en pleno ejercicio presidencial. Remata el segundo tomo con su hoja de servicios militares que arranca en diciembre de 1856 y terminan en octubre de 1881 para un total de 32 años 6 meses de servicio. Mis dos tomos están fechados en 1983 y se avisa en el colofón que se tiraron 25,000 ejemplares. No rescata Matías Romero el indudable paso de Porfirio Díaz por las logias y ritos masónicos de los que llegó a ser dirigente.

Porfirio Díaz fue masón y quizá sea el presidente de México de quien más tenemos fuentes documentales. 

En mi trabajo La masonería en la presidencia de México (2010) le dedico una treintena de páginas a este presidente mexicano que perteneció a las logias usando el nombre simbólico de Pelícano, en alusión a Cristo (que daba las sangre por sus hijos; puede leerse Alighieri, la Divina Comedia, Paraíso, canto XXV: 113). Cristo es también el nombre de la logia en que Díaz militó. 

Benito Juárez usó el nombre simbólico de Guillermo Tell. En el espiritismo Madero usó el de Bhima. Hoy la masonería usa menos de esta costumbre de ocultar el nombre propio a través de un nombre simbólico. 

Un autor puntualiza la fecha de ingreso a logias. Afirma Pablo Serrano Álvarez en una publicación del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas de las Revoluciones de México (INEHRM) que Díaz ingresó a la masonería el 2 de abril de 1852 en Oaxaca, a los 22 años de edad.

Estuvo primero en el Rito Nacional Mexicano y luego en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado donde obtuvo el grado 33º que es el más alto de ese rito; en el Rito Nacional Mexicano el más alto es el 9º que también obtuvo; igual ocurrió con Madero en ambos ritos en 1911 porque la masonería mexicana es absolutamente obsequiosa con el poderoso. 

Dirigió en calidad de vicepresidente una asociación masónica norteamericana de ex militares titulada Masonic Veteran Association  of the Pacific Coast (MVAPC, 1901) donde fungía como (M)ost (W)horshipful and (Ill)ustrious (Bro)ther Porfirio Diaz, 33th, Right VenerableGrand Vice-President for Mexico of the MVAPC. 




En 2010 se exhibió la película El Atentado dirigida por Jorge Fons basada en un libro de Álvaro Uribe (2007). En ella el tema masónico se pasa de largo. A mi juicio no hay razón para negarle el regreso a su patria natal.

Otro caso discutido como el de Díaz es el de Victoriano Huerta, conocido por sus adversarios con el tímido apodo de El Chacal, aunque de los tiranos mexicanos ha sido quien ha llegado al poder por la vía técnica más limpia: la renuncia del presidente anterior, Pedro Lascuráin, y su ascenso a la presidencia con el aval del congreso mexicano. Sus restos descansan en los Estados Unidos. 

A veces, también, se está en territorio mexicano sin estar. Iturbide es un ejemplo. Se hallan sus restos en la capital pero podemos hacer de cuenta que no estuvieran en territorio mexicano. Su tierra mortuoria en Padilla, Tamaulipas, fue inundada por la presa Vicente Guerrero desde 1971; menos para resolver un problema hidráulico, y más para borrar su recuerdo.

No es difícil suponer que la negativa de políticos a aceptar el retorno de los restos mortales de Díaz se deba a que sientan que les queda enorme ese apellido. Hace poco en un programa de TV un comentarista decía que en pueblos perdidos en la geografía nacional es fácil hallar una cancha de basket hecha por Luis Echeverría y un kiosko central hecho por Porfirio porque -pienso yo- que Díaz se dedicó a construir para el futuro.

Construyó amplia obra material pero Díaz cerró los ojos ante la insultante desigualdad en la distribución de la riqueza que se esmeró en generar, apoyado en Limantour. Pero lo mismo hace el PRI hoy, cerrar los ojos. Díaz cerró los ojos ante los salarios deprimidos que nunca mejoró y apaleó hasta donde pudo a los nacientes sindicatos y agrupaciones gremiales mexicanos. Pero lo mismo hace el PRI hoy, apalear salarios y gremios y luego cerrar los ojos. 

Díaz cerró los ojos cuando las cargadas mediáticas y elitistas lo ascendían al poder sobre los hombros de una minoría rapaz, impune, positivista y científica, minoría que hizo de México "un almacén logrado por avaricia y robo" (Pellicer). Pero lo mismo ha hecho el PRI hoy, cerrar los ojos y los oídos cuando se denuncia que el país está secuestrado por minorías políticas y económicas que depredan los pocos recursos nacionales que son recursos de todos.

Díaz se aferró al poder y cometió un error al reelegirse para el sexenio 1904-1910, y todavía peor, reelegirse en 1910, pero el mismo error tuvo Juárez al reelegirse en 1871. Para Juárez, entonces (1871), ya estaban políticamente lejanos los desafíos de la república central, de la reforma y del segundo imperio pero no supo, no supieron Díaz y Juárez retirarse a tiempo. 

Obregón y Díaz tuvieron debilidades paralelas. A Obregón le pareció injusto que siendo sostén militar de Carranza este escogiera al civil Bonillas como sucesor presidencial. A Díaz le pareció injusto que siendo el sostén militar de Juárez este escogiera al civil Lerdo de Tejada como su sucesor. 

Díaz y Obregón fueron exitosos en sus protestas y al hacerlas triunfar crearon regímenes personalistas más o menos estables a corto plazo pero con dirigentes ciegos y sordos para eventuales transformaciones políticas. Obregón tampoco supo retirarse a tiempo, murió asesinado al reelegirse. Todos han tenido aciertos y errores.

¿Pueden, entonces, deben volver los restos de Porfirio Díaz al país? Repasemos lo que hicieron otros presidentes en otros momentos: El presidente Sebastián Lerdo de Tejada (masón del Rito Nacional Mexicano) recibió vivo, en 1874, a Antonio López de Santa Anna y a su esposa apenas 20 años después de la última presidencia (1855) del maldito de nuestra historia nacional. Eran otras las reciedumbres y las tallas políticas. 

El propio Díaz recibió en 1889 el cadáver de Lerdo de Tejada, muerto en Nueva York, en el exilio, a raíz de su frustrada lucha contra el triunfante Díaz. Díaz triunfante recibió el cadáver del derrotado Lerdo apenas 13 años después de la presidencia (1876) de su inteligente enemigo íntimo. 

No puede ser que 104 años después de su caída y exilio (1911) y 100 años después de su muerte (1915) los gobiernos y la sociedad de hoy no podamos recibir el cadáver de Porfirio Díaz Mori, nuestro Pelícano. 

Sobre todo si son un cadáver y una tumba que en Montparnasse acumulan sobre sí, muy silenciosamente, un largo siglo de ceniza y polvo.


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sábado, 23 de mayo de 2015

SUPREMA CORTE: ACOSO ESCOLAR SENTENCIADO * Wenceslao Vargas Márquez



SUPREMA CORTE: ACOSO ESCOLAR SENTENCIADO
Wenceslao Vargas Márquez
Justamente en el día del maestro (¿como advertencia?), el reciente 15 de mayo, la Suprema Corte de Justicia emitió el comunicado 086/2015 donde avisaba de la sanción a una escuela del estado de México por el acoso escolar sistemático sufrido por un niño de siete años. El comunicado no proporciona el nombre de la escuela pero algunos medios nacionales y regionales la han identificado como el Instituto Verdad y Ciencia, de Metepec. La maestra respondería al nombre de María Popoca Vázquez.
Dice el comunicado de la Corte:
“El 15 de mayo del año en curso, a propuesta del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió por primera vez un asunto que trata sobre el fenómeno de bullying escolar. En la sentencia, la Primera Sala ordenó a una escuela del Estado de México indemnizar a un niño de 7 años que fue víctima de acoso escolar, tanto porque una de sus profesoras incitaba el maltrato, como por la negligencia de la escuela al no tomar ninguna medida para prevenir o combatir el hostigamiento.
La prensa dice que el pleito judicial comenzó en 2011. La Corte anota:
“El caso inició cuando la madre de un menor demandó una reparación económica del centro escolar en el que estudiaba su hijo, por el acoso sistemático que éste había sufrido en su segundo año de primaria. El juez de primera instancia resolvió no condenar a los demandados, por lo que la madre promovió un amparo que fue atraído para su resolución por la Primera Sala.
Añade más adelante el comunicado:
“A partir del análisis de diversas evaluaciones, pruebas psicológicas y sociológicas, así como de los testimonios de la familia y de la opinión del niño, la Primera Sala determinó que sí habían existido conductas de bullying por parte de la profesora en contra del menor. Asimismo, se probó que el niño había estado estudiando en un ambiente hostil para él, ya que la Escuela no tomó ningún curso de acción para cumplir con sus deberes de vigilar y proteger a los menores bajo su cuidado.
“Por lo anterior, la Primera Sala decidió conceder el amparo para ordenar al centro educativo reparar económicamente el daño psicoemocional sufrido por el niño. Asimismo, la Primera Sala estableció que, al cuantificar el monto de la compensación que debía pagar la escuela al menor, debía de tomarse en cuenta el daño sufrido, así como el grado de responsabilidad y la situación económica de la escuela responsable. Tras dicho análisis, la Primera Sala resolvió condenar a la escuela a pagar $500,000 pesos al menor. Finalmente, la sentencia enfatiza que es necesario contar con deberes claros y definidos para quienes tienen bajo su cuidado a menores de edad, por lo que establece recomendaciones específicas para el Estado, a fin de que sea posible identificar, prevenir y combatir un fenómeno tan dañino como el bullying a nivel nacional”.
Hasta aquí el comunicado. Una revisión somera en la red del tema de primeras sanciones judiciales por causa del acoso escolar sistemático produjo lo siguiente:
En Estados Unidos la prensa consignó en mayo de 2011 un primer caso de sanción donde la víctima, Phoebe Prince, se suicidó pero hubo sentencia penal condenatoria a quienes la orillaron al suicidio: siete mujeres y dos hombres. Paraguay dicto sentencia en otro caso donde dos hermanas acosaban a una tercera alumna. El caso se ventiló en Asunción desde marzo de 2013 hasta agosto de 2014. Cosa de un año contra los cuatro años del caso mexicano.
En julio de 2014 se sentó otro primer antecedente en Costa Rica cuando el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda del Segundo Circuito Judicial de San José, condenó al Estado por el daño sufrido por una menor víctima de bullying. En un análisis del caso hecho por la Universidad de Costa Rica se plantea que el acoso debe ser sistemático: “Las conductas bullying se repiten durante un periodo prolongado en el tiempo, lo que excluye las acciones negativas puntuales”
Perú le ganó a México en un primer caso de sentencia contra el acoso escolar. En marzo de 2013, hace dos años, (dice un documento ajeno al caso mexicano en el mismo sitio de la Suprema Corte), ocurrió también en un centro educativo particular y la sanción económica fue de 300 soles. El salario mínimo mensual anda por los 800 soles de manera que la multa que verdaderamente raquítica. Equivaldría a unos mil 500 pesos mexicanos. Comparado con los $500 mil del caso del Estado de México, la cifra fue desproporcionadamente pequeña y recurrida por la parte agraviada. 
Lo que se puede ver como factor común en los casos revisados es que se castiga principalmente la omisión del cuidado. Los documentos revisados acusan una ausencia de atención por parte de la autoridad educativa y de los docentes en cuestión. Eso, la atención inmediata, es lo que el docente debe proporcionar de inmediato y cuidadosamente.
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