domingo, 29 de noviembre de 2009

García Márquez elogia en una novela a cierto autor que escribe cosas muy bonitas con la misma mano con que se limpia el culo.
A cierto bandolero sentimental, el Tigre de Santa Julia, el gobierno lo atrapó cagando. La frase es famosa en el lenguaje común.
En el "Ulises" de Joyce hay una competencia de orinadores. Neruda compara la orina de su amada con una miel delgada y trémula.
Echarse un pedo implica la conjugación de un verbo de la segunda modalidad del infinitivo: peer. Esto si se tiene un culo gramatical.
¿Cómo es posible que Montaigne, escritor francés, dedique en sus Ensayos tantos renglones a las diversas maneras de limpiarse el culo?
¿Qué tan bonito es orinar?
El Quijote de Cervantes (no es ocioso aclararlo, el lector sabe por qué) narra cómo Sancho Panza se caga de miedo en cierta aventura.
¿Cómo debe interpretarse en la Biblia Proverbios 5:15? ¿recomienda tomar orines? -