domingo, 26 de marzo de 2023

Benito Juárez en la masonería, Albino Lázaro Chávez, 1972

Benito Juárez en la masonería

I:.H:. Albino Lázaro Chávez, 32º

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Quienes han escrito sobre la fecha en que Benito Juárez ingresó a la Orden Masónica, no se han puesto de acuerdo, pues mientras algunos -entre los que citamos al Ilustre y Poderoso Hermano Ramón Martínez Zaldúa-, sostienen que don Benito Juárez, había sido iniciado como Aprendiz Masón, en la Respetable Logia Simbólica "Espejo de las Virtudes" del Oriente de Oaxaca, del Rito de York, por los años de 1833 y 1834, otros, como el señor licenciado don Rafael Zayas Enríquez, sostienen que: "Juárez fue un francmasón que perteneció al Rito Nacional Mexicano, y en el que llegó a obtener el grado Noveno, equivalente al grado 33° del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que fue tan ferviente en la práctica masónica que su nombre se conserva con veneración en todos los ritos, y muchas logias y cuerpos filosóficos lo han adoptado como un símbolo sagrado."

Tomado de Trazados Masónicos, Molina, 1972, p.32 

El autor del presente ensayo se inclina por la última de las aseveraciones anotadas, toda vez que está claro y en ello coinciden varios autores, que habiendo sido electo Diputado al Congreso Constituyente que habría de reformar la Constitución Política de 1824 y que no se llevó a cabo por la inestabilidad política imperante en la capital de la República a finales de 1846, antes de regresar a la ciudad de Oaxaca para tomar posesión del cargo de Gobernador Provisional del Estado, acto que se llevó a cabo el 26 de enero de 1847, aprovecha su estancia en México para ingresar a la Masonería, y así tenemos que el 15 de enero del citado año de 1847, se inicia como Aprendiz Masón en la Respetable Logia Simbólica “Independencia” No. 2 del Rito Nacional Mexicano. En el acta relativa y previa autorización se asienta que para la ceremonia de iniciación fue habilitado como Templo Masónico el Salón de Sesiones del Honorable Senado de la República.

La tenida de iniciación estuvo presidida por el Ilustre y Poderoso Hermano don José María del Río, Muy Respetable Gran Maestro del Benemérito Rito Nacional Mexicano, y momentos antes de terminar los actos de la ceremonia de iniciación ordenó que la proclamación del Aprendiz Masón Benito Juárez, se hiciera entre columnas. A la ceremonia de iniciación concurrieron muchos masones distinguidos, entre quienes cabe mencionar a don Manuel Crescencio Rejón, autor de la Constitución de Yucatán de 1840; don Valentín Gómez Farías, en otra época Presidente de la República; don Pedro Zubieta, Comandante General en el Distrito Federal y el Estado de México; los diputados don Fernando Ortega; don Tiburcio Cañas; don Francisco Banuet; don Agustín Buenrostro; don Joaquín Navarro; don Miguel Lerdo de Tejada, etc., y hecha la proclamación, el Aprendiz Masón Benito Juárez, adoptó el nombre simbólico de Guillermo Tell.

El acta de la ceremonia de iniciación fue autorizada por el Venerable Hermano Secretario don Antonio Moreno G., entonces Ministro del Tribunal Superior de Justicia.

El Ilustre Hermano A. Tenorio D'Alburquerque, citado por el también Ilustre Hermano Gustavo A. Velasco -dice refiriéndose a Benito Juárez- en su obra titulada Libertadores de América, "Presidente de la República-Guarda Templo". Y continúa diciendo: "Benito Juárez ya frisaba en los 40 años, y era diputado cuando se inició en la Logia Independencia número 2 del Rito Nacional Mexicano". Y nosotros agregamos: era además, Gobernador Provisional Electo por Oaxaca en aquél entonces, cuyo cargo habría de protestar el día 26 de enero de 1847 o sea 11 días después de haberse iniciado como Aprendiz Masón. Algún autor ha dicho que el Venerable Hermano Benito Juárez ascendió al mismo tiempo tanto en su actuación política como en su actuación masónica. No lo creemos así, dado que su vida política la inició en el año de 1828, cuando aún era estudiante y tuvo lugar en Oaxaca, la lucha electoral para la Presidencia de la República entre Pedraza y Guerrero. Fue tan reñida esta lucha que terminó a balazos. En el año de 1831 es electo Regidor del H. Ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca; en 1833 electo Diputado al H. Congreso del Estado y de allí siguió ocupado puesto tras puesto hasta llegar a ser Presidente de la República. Sin embargo, cabe aclarar que si bien es cierto que cuando el patricio llegó a ser Presidente de la República, ya ostentaba el grado de Maestro Masón, también lo es que desde que tuvo uso de razón, él mismo dijera alguna vez, buscó la forma de trazar su línea de conducta conforme a los principios y postulados en que está cimentada la Orden Masónica. Esto, y no otra cosa, explica las causas motivadoras que le llevaron a elaborar lo que hemos llamado su programa de acción en la vida pública del país y que hoy se conoce como su Ideario Político. En éste histórico documento, el patricio nos presenta una síntesis de las doctrinas masónicas y nos señala que así como hay en la Orden alegrías, esperanzas y sacrificios que le permiten al francmasón luchar por los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, también existen o se elaboran planes o programas mínimos de acción que el masón utiliza para poder servir con mayor eficacia a sus semejantes, a su Patria y a la propia Institución Masónica.

El Ilustre y Poderoso Hermano, Juan A. Navarro González dijo una vez que, se ha dicho que Juárez, como Jesús, el Cristo, al ser iniciado en los grandes misterios en el Templo de Heliópolis, Egipto, le previno el sacerdote que: "Las Mayores Alturas son conquistadas por aquellos que descienden a las mayores profundidades", y así principia las actividades de su vida, en los primeros años de su infancia, como pastor de ovejas, guiándolas con su caramillo, para posteriormente conquistar las mayores alturas y con su firmeza de principios y su voluntad inquebrantable, guiar al pueblo de México, hacia su emancipación espiritual, cívica, económica y social". Y continúa diciéndonos el Ilustre y Poderoso Hermano Navarro González: El Venerable Hermano Benito Juárez, supo aplicar aquellos dos grandes principios de la religión cristiana, uno que pronunciara Jesús cuando arrojó a los mercaderes del templo diciéndoles: “Mi iglesia no es objeto de mercado” y el otro cuando dijo: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, y con estas bases Juárez estableció el Contrato Civil del Matrimonio, promulgó la Ley de Secularización de los Cementerios y principió con esto la separación de los bienes materiales que corresponde administrar a los funcionarios públicos, de los espirituales que es función exclusiva de los ministros de la Iglesia.

"Como masón, Benito Juárez, fue virtuoso y tuvo muchas cualidades humanas que determinaron su recia personalidad, así como el destino de México al que le dio marca de Patria y que a su vez hizo posible que su actuación y biografía están grabadas en la conciencia de los mexicanos.

Como hombre que desde su nacimiento padeció en carne propia el tremendo desequilibrio social de la época estaba convencido que sólo mediante una política bien intencionada, sin lastre de pasados agravios y ambiciones mezquinas podrían prosperar los pueblos, pues consideraba de modo muy particular que no siendo suficientes las normas teóricas de gobierno para cimentar la felicidad de los gobernados, pues primero habría que dar leyes que acabaran con las sediciones del momento y luego romper los diques de la tradición y las costumbres convertidas en usos inveterados que impedían el progreso."

Lo expresado en párrafos anteriores confirma que Benito Juárez fue un masón que perteneció a la logia o logias de su preferencia particular, y su participación en dichas logias, fue, seguramente, lo que vino a determinar en él una verdadera conciencia masónica sobre los problemas sociales, económicos y políticos de su época y por cuya razón, en todo tiempo se condujo como masón en la vida pública de México, leal y congruente con los principio masónicos, que eran sus principios y por ello no es de extrañarse que en el año de 1864 escribiera desde Monterrey a Maximiliano para decirle:

"Y yo que por mis principios y juramentos soy el llamado a sostener la integridad nacional, la Soberanía e Independencia, tengo que trabajar activamente, multiplicando mis esfuerzos para corresponder al depósito sagrado que la Nación en el ejercicio de sus facultades me ha confiado."

Y agrega entre otros de sus connotados principios, los que a continuación expresamos:

“El deseo de saber y de ilustrarse es innato en el corazón del hombre. Quítense las trabas que la miseria y el despotismo le oponen, y él se ilustrará naturalmente, aun cuando no se le dé protección directa.

El hombre que carece de lo indispensable para alimentar a su familia ve la instrucción de sus hijos como un bien remoto, o como un obstáculo para conseguir el sustento diario. En vez de destinarlos a la escuela, se sirve de ellos para el cuidado de la casa o para alquilar su débil trabajo personal con qué poder aliviar un tanto el peso de la miseria que lo agobia.

Hijo del pueblo, yo no lo olvidaré, por el contrario, sostendré sus derechos, cuidaré de que se ilustre, se engrandezca y se cree un porvenir, y que abandone la carrera del desorden, de los vicios y de la miseria, a que lo han conducido los hombres que se dicen sus amigos y sus libertadores; pero que con sus hechos son sus más crueles tiranos.

Republicano de corazón y por principios, el poder que ejerzo sólo lo emplearé para procurar vuestra felicidad y para reprimir el vicio y el crimen, y de ninguna manera para ostentar un necio orgullo, como alimento de las almas pequeñas. La autoridad no es mi patrimonio, sino un depósito que la Nación me ha confiado muy especialmente para su independencia y su honor.

Nada con la fuerza; todo con el derecho y la razón: se conseguirá la práctica de éste principio con sólo respetar el derecho ajeno.

La democracia es el destino de la humanidad futura; la libertad es su indestructible arma; la perfección posible, el fin donde se dirige.

Yo no reconozco otra fuente pura del poder más que la opinión pública.

El pueblo, única fuente pura del poder y de la autoridad.

A los enemigos, justicia; a los amigos justicia y gracia cuando quepa esta última”.

Los principios ideológicos que encierran las transcripciones que anteceden sólo podían concebirse en un masón de la talla del Venerable Hermano Benito Juárez. En ese hombre con alma del zapoteco indómito a quien no le arredra la miseria del medio en que nació, ni la rudeza de circunstancias que rodearon los primeros años de su existencia para incorporarse a la civilización de su tiempo. En ese hombre a quién tampoco le arredraron las condiciones sociales y económicas en que llevó a cabo sus estudios para más tarde ingresar a la vida pública de la Nación, como tampoco fueron obstáculos para él las persecuciones políticas, las tradiciones de sus correligionarios, los peligros de muerte, los amagos de las potencias extranjeras, las artimañas diplomáticas, ni las tentativas de poder por adulación para que su carácter de brújula indeclinable se desviara del punto cardinal de servicio a México. Su empeño tan grande y maravilloso en ese objetivo central de la Patria, que sólo la muerte pudo separarlo de ese camino luminoso que todos los mexicanos tenemos la ineludible obligación de seguir.

Fue tan grande la figura del patricio Benito Juárez que sus ideas filosóficopolíticas aún retumban en el mundo de nuestros días y a cien años de su fallecimiento cuando nos dice que: "La democracia es el destino de la humanidad futura; la libertad su indestructible arma; la perfección posible, el fin donde se dirige." Pero además, en esos principios inmutables construye con tal maestría insuperable, el indestructible edificio en que anida la doctrina de la libre autodeterminación de los pueblos al sostener que "entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".

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I:.H:. Albino Lázaro Chávez, 32º

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Año 1972.



jueves, 16 de marzo de 2023

Lázaro Cárdenas y la masonería

Lázaro Cárdenas y la masonería 

La captura de Cárdenas en diciembre de 1923

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La iniciación de Cárdenas en marzo de 1924

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La iniciación masónica del general Cárdenas según su hijo Cuauhtémoc

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Lázaro Cárdenas no fue GM de la MRGLVM

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La logia Nanahoatzin 28, la GLIM y Lázaro Cárdenas

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En mi libro todos los presidentes. 

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jueves, 9 de marzo de 2023

Nicolás Bravo en la iniciación masónica de Egerton en 1833.-

Nicolás Bravo en la iniciación masónica de Egerton en 1833.- 

La obra "El México de Egerton 1831-1842" trata acerca de la vida del pintor inglés Daniel Thomas Egerton asesinado en Tacubaya en 1842 y a quien Mario Moya Palencia presenta como masón a partir de la lectura del diario del propio Egerton. Lo explica Moya Palencia en el prólogo (p.8, cursivas mías): 

Los hechos y personajes son rigurosamente históricos (…) Este texto no es huérfano, sino hijo de otros muchos y heterogéneos a los cuales se otorga el más leal reconocimiento. Una gran parte de lo que presento como fragmentos del ‘Diario’ de Daniel Thomas Egerton –especialmente sus descripciones físicas y sociales de México- se deben a la pluma del fino y malogrado artista y fueron descubiertas por mí en una biblioteca londinense. Las actuaciones judiciales de la causa de los asesinos también son auténticas


Con esta advertencia reproduzco aquí tomada de Moya Palencia (p. 363 y ss.) la nota del ‘Diario’ de Egerton fechada en Coliseo 4, Tacubaya, el 19 de julio de 1833 y en la que se hace aparecer a Nicolás Bravo presidiendo como venerable maestro la ceremonia francmasónica donde Egerton es aceptado como aprendiz masón: 

(P.364) William Henry (su hermano carnal, W), quien prácticamente compra todos mis dibujos y me encarga la factura de algunos especiales, me ha insistido en que ingrese a una logia masónica, pues según opina ése es el único medio para conocer mejor a los mexicanos importantes, ser invitado a sus reuniones, casas y haciendas, y ser enterado de todos los asuntos de este país, algunos muy complicados, sobre los cuales le gusta tanto conversar conmigo. Para mí el ideal de la vida debe ser alcanzado por cada uno de nosotros, es esencialmente un problema personal, y por tanto nada ayuda el pertenecer a grupos o sociedades y mucho menos a las de carácter secreto u oculto, como la masonería, pero al fin, movido por la curiosidad accedí a las sugerencias de mi hermano. Como se sabe los masones -nombres derivado de la palabra francesa macon, que significa albañil- eran en su origen medieval los constructores de catedrales que se agruparon para defender y transmitir celosamente a sus cofrades los secretos de su artístico oficio. En Inglaterra tuve varios amigos que pertenecían al Rito Escocés fundado originalmente por Ramsay en 1737 -hace casi 100 años- bajo el modelo de los Caballeros Templarios de la época de las Cruzadas, que eran mitad frailes y mitad de guerreros. Ramsay se oponía, según supe, a la Gran Logia Londinense, fundada veinte años atrás, que era la descendiente directa de un “Colegio Invisible” establecido con inspiración rosacruciana en Londres, en la segunda mitad del siglo 17, del que nació primero la Sociedad Real y luego la citada Gran Logia. Me contaron también que a principios del presente siglo el Rito Escocés adoptó oficialmente sus 33 grados, ahora tan famosos, que son como una escalera de superación personal y rango social para quienes participan en él. Ese Rito existía en México desde los tiempos del virrey Revillagigedo y se dice que en una de sus logias, situada en la calle de Las Ratas (nombre poco favorecedor), que se encuentra entre la de San Felipe Neri y la de Mesones, asistían los principales caudillos de la revolución de Independencia, incluyendo el cura Miguel Hidalgo y el capitán Ignacio Allende, pero otros aseguran que esos personajes fueron iniciados en la masonería por un misterioso agente francés llamado Octaviano D’Almivar. Al consumarse la independencia don Manuel Codorníu, un catalán amigo de último virrey, que era masón, fundó la logia escocesa de El Sol, y su periódico del mismo nombre. Esto era allá por 1822, y según se sabe y ministro inglés Ward alentó su funcionamiento, por la tendencia europea y antiyanqui de dicha logia, a pesar de que varios exponentes del alto clero romano tomaban parte de ella. El otro grupo masónico -conocido como yorkino- se constituyó 3 años después a inspiración de Joel Poinsett, el enviado diplomático de los Estados Unidos, y contó con el patrocinio del presidente Victoria. Estos tuvieron como adalid al general don Vicente Guerrero; los escoceses a don Nicolás Bravo. Las logias se convirtieron en auténticos partidos políticos, y aunque su origen común reposaba en los principios liberales, los conservadores y centralistas, proespañoles y enemigos de los norteamericanos, se refugiaron en el rito original, mientras los yorkinos eran y son más liberales, federalistas y también más confiados respecto de las dos amistad de los Estados Unidos. Pensé mucho a qué logia afiliarme, pues mis ideas son francamente liberales, el federalismo no me asusta y creo que le está haciendo bien a esta compleja nación.

(…)

(P. 365) Por ello, y por sus antecedentes proeuropeos, decidí iniciarme en la logia El Sol del antiguo Rito Escocés, aunque me molestara que algunos altos prelados romanos, conocidos por su intolerancia religiosa, estuviesen en ella, junto con otros conservadores recalcitrantes, enemigos de la libertad de cultos. El distinguido propietario don Leandro Iturriaga y Murillas, a quien me presentó el conde De la Cortina (excelente diplomático) e intelectual hispano-mexicano, literato y científico de gran calidad) me hizo el honor de ser mi padrino ante la Logia y proporcionarme los documentos y a enseñanzas preliminares necesarias para el ingreso como aprendiz. Asistí algunas veces en calidad de observador a reuniones y tenidas de la logia El Sol, en su templo de la calle de la Victoria, no lejano al Colegio de San Juan de Letrán (modernamente Victoria y Eje Central, W), y estudié varios libros, algunos muy interesantes, otros escritos en un tono francamente esotérico o misterioso. Debo confesar que la masonería empezó a interesarme y que, como mi hermano (William Henry, W) me advirtiera, en la logia traté a hombres muy importantes como el general Bravo, el señor Sánchez de Tagle, el general Canalizo (seguramente Valentín, santannista y presidente de la república diez años después, en 1843-44, W), don José Mariano Michelena y don José Domínguez Manzo –entre otros- cuyas intervenciones y charlas eran altamente ilustrativas y me ayudaron mucho para entender mejor el modo de ser de la sociedad mexicana, que es muy tradicionalista y está luchando por adaptarse a la vida de libertades sin poder abandonar muchos de los vicios atávicos de su reciente sumisión colonial. Por cierto que mi indignación fue mayúscula cuando el 23 de junio último me enteré de la nueva ley emitida por el gobierno  del vicepresidente don Valentín Gómez Farías (quien ejerce el poder mientras el general Santa Anna se encuentra en su hacienda de Manga de Clavo), la cual decreta la expulsión del país de todos aquellos que se han opuesto a las reformas iniciadas por él en materia religiosa (mismas que yo, por cierto aplaudo) con el fin de promover la libertad de pensamiento y prensa, abolir los privilegios de la Iglesia y el Ejército, suprimir las órdenes monásticas, terminar con el monopolio eclesiástico de la enseñanza y otras semejantes. El problema es que muchos conservadores y ex realistas protestaron contra esas plausibles reformas y el gobierno, en vez de polemizar con ellos, decretó la ley a la que me refiero, expulsando del país a varios políticos, obispos y escritores, entre los que están los generales Anastasio Bustamante y (Valentín) Canalizo, el obispo Posada, los señores Sánchez de Tagle, Gutiérrez Estrada, Michelena y Manzo, y mi amigo don José Justo Gómez, conde De la Cortina, en fin muchos personajes distinguidos, miembros, algunos de ellos, de la logia escocesa El Sol. Fue para mi muy difícil comprender cómo un gobierno que iniciaba tan conveniente reforma, la cual podía llevar a este país a mejores estadios, contradecía su actitud liberal con tan absurdo mandato de expulsión. Para colmo, la ley incluía a los canónigos de la Catedral de México, a los religiosos de San Camilo en Coyoacán “y a cuantos se encontraran en el mismo caso”, sin especificar cuál era éste, pues el objetivo del proveído era meramente circunstancial. Fue por eso que tal disposición se conoce ya como la “Ley del Caso” y ha sido ridiculizada en la prensa y tachada de inconstitucional y despótica por la mayoría de los abogados y pensadores, con independencia de sus ideas políticas. Los escoceses se sintieron agredidos por esa ley a la que atribuyeron un origen claramente yorkino y la logia se volvió un congreso abierto de discusiones y ataques contra el gobierno (…) 

Después de estos antecedentes Egerton procede a describir el local en su aspecto físico. La prolijidad de la descripción es atribuible a visitas reiteradas de Egerton y a sus facultades de observación como pintor profesional que era. Llama la atención que Egerton cite al rito que lo recibe como Escocés Antiguo y Aceptado cuando la fundación formal de este sería en 1860 o 1865, aunque también a Santa Anna, 8 años atrás, en 1825, le expedía sus grados un cierto Rito escocés de Francos masones antiguos y aceptados. Leamos a Egerton a través de Moya Palencia: 

(P. 367) El ritual de iniciación en el primer grado masónico del Rito Escocés antiguo y aceptado por la República mexicana implica un estricto ceremonial que hace honor a su condición de procedimiento de la “masonería simbólica”, pues está pletórico de implicaciones y signos cuyo significado es difícilmente perceptible para los neófitos. Por tanto procuraré reflejar en estos apuntes, con la mayor precisión posible, sus distintas fases y los diversos movimientos que tuve que realizar apenas el mediodía de ayer cuando fui recibido en la Gran Logia El Sol. La puerta del templo masónico está viendo al occidente, de tal manera que lo que podríamos llamar el altar o foro se encuentra precisamente al oriente, dirección por la que sale el astro simbólico de la creación y la verdad, el cual se encuentra reproducido en el foro de dosel acortinado como un gran sol radiante y dorado. Dos columnas delimitan la entrada del templo: la izquierda reservada a los aprendices y la derecha a los compañeros; simbolizan las del templo de Salomón y afectan la forma de obeliscos egipcios, que tenían  por función disipar cualquier perturbación cósmica. De las columnas cuelga un racimo de granadas; estas hermosas frutas están dispuestas de manera de enseñar sus múltiples granos rojos, que para los Padres de la Iglesia tienen el significado de la comunidad de fieles unidos en una sola voluntad. En el foro hay una gran mesa cubierta con un pesado mantel sobre la que se encuentran los signos masónicos: la Escuadra y el Compás y el libro de Principios y leyes de la logia. Abajo del Gran Sol se encuentra un triángulo en cuyo interior figura un ojo, que algunos identifican como el ojo de Dios pero que en la simbología masónica es el ojo de la fraternidad, abierto hacia todas las cosas del mundo; en cuanto al triángulo, se dice que es una reducción de la pirámide celeste y reproduce la idea teológica de la Trinidad. Más abajo se encuentran, formando triángulo también, tres grandes puntos, expresión de la luz interior y del espíritu que presidió la creación del mundo, los que se usan frecuentemente en la escritura masónica, que es a base de iniciales seguidas de esos tres puntos colocados en pirámide. Cada punto o estrella significa una de las tres virtudes que son los pilares de la fraternidad: la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza. El piso es de pavimento mosaico, en blanco y negro, como el tablero en que el faraón Ramsés jugó ajedrez con la diosa Isis, aprendiendo a ganar y perder. A los lados del foro cuelgan dos cadenas que simbolizan la energía universal que baja a la Tierra y recuerdan también las ataduras de la ignorancia y del sometimiento que un buen masón debe romper para ser libre y conocer la verdad. A un lado se encuentra el estandarte de la Logia y los de otras logias hermanas o afiliadas.  

Procede ahora Egerton a describir la ceremonia masónica presidida por Nicolás Bravo, quien es mencionado enseguida en la narración:  

(P. 368 y ss.) Yo no penetré directamente al templo, sino que fui llevado primeramente a una pieza obscura que se llama el “Gabinete de Reflexión”, donde estuve unos minutos meditando sobre el significado del acto. Luego fui vendado de los ojos, conducido al templo y colocado de pie frente al dosel y el radiante sol. Oí entonces la voz del Venerable Hermano Gran Maestro grado 33, el general don Nicolás Bravo, quien en un tono reposado y solemne refirió que mi solicitud había sido circulada entre los hermanos, que se habían pedido informes sobre mi persona y que después de una votación que me fue favorable había sido admitido al rito de iniciación con el carácter de aprendiz. Explicó a continuación lo que es la masonería, que se transformó de arte real de la arquitectura en ciencia simbólica del destino humano. Dijo que tiene un aspecto fraternal, pues la notoriedad, el oficio y la fortuna de los masones deben pasar a un segundo plano ante el sentimiento de profunda amistad que los une. Su otro cometido es el de beneficencia, pues los medios materiales de la fraternidad deben estar siempre al alcance de los grupos sociales que los necesiten. La masonería –agregó- tiene un carácter humanista dirigido a la definición de los valores de una sociedad armoniosa que busca el progreso. Posee también un impulso deísta pues desea acercarse a Dios y subrayar la importancia de las creencias religiosas, rechazando el ateísmo y el anticlericalismo. Alienta un trasfondo esotérico pues conserva secretos y símbolos que son signos figurativos y palabras sagradas transmitidas a través de las distintas edades, lo que le permite reforzar los otros fines de la hermandad. Por último, la masonería tiene también un objeto político, pues intenta participar en la buena marcha de la nación mexicana, ayudar a que afiance sus libertades y que se precipite sin obstáculos en la era moderna. Al terminar su discurso el venerable Gran Maestro me entregó los pliegos del Compromiso de Alianza conteniendo un conjunto de advertencias secretas que, como otros detalles no puedo revelar, y un cuestionario de cinco preguntas que debía resolver en el término máximo de una hora, para lo que fui conducido a través del “Salón de los Pasos Perdidos” hasta otro gabinete provisto de una mesa y de una silla y fui despojado temporalmente de la venda para que pudiera escribir. Contesté las cinco preguntas sobre la vida, los derechos y deberes fundamentales del ser humano, sus obligaciones respecto de la comunidad, la educación integral de los hombres y las mujeres para cumplir su papel en la sociedad y el progreso  y la organización del trabajo. A la media hora volví a entrar al templo, otra vez con la venda colocada y auxiliado por dos hermanos. Oí al Venerable Gran Maestro quien, después de dar un golpe de mallete sobre la mesa preguntó: “-¿Está cubierto el templo?”, a lo que todos contestaron en sentido afirmativo, aludiendo a que en su interior no se encontraba nadie que no debiera estar. El Gran Maestro leyó después en voz alta mis contestaciones a las preguntas y las sometió a la discusión de los concurrentes. Tres maestros y un compañero tomaron la palabra para opinar que revelaban tanto buen juicio como comprensión del espíritu masónico, por lo que el neófito (o sea yo) merecía ser iniciado. El Venerable Gran Maestro advirtió que la logia El Sol, sólo aceptaba hombres independientes y trabajadores y me preguntó si quería ser masón. Cuando contesté “-Lo quiero”, dio otro golpe de mallete y me hizo leer el juramento secreto de la logia, que pronuncié ante el más respetuoso silencio de los hermanos, haciendo después el signo de compromiso, movimiento que reproduce, con la mano a la altura del cuello, una decapitación. Acto seguido, don Leandro Iturriaga pronunció un discurso de presentación elogiando generosamente mi personalidad humana y artística y mi actitud ante la vida, tras del cual el Gran Maestro preguntó a la logia  si debía conferirme el carácter de hermano aprendiz. Todos respondieron que sí. Entonces fui conducido al altar y puse las manos alternativamente sobre la Escuadra y el Compás y el Libro de principios y leyes. El Venerable Gran Maestro participó que mi iniciación sería conocida por todos los masones  de la Tierra, entre los que había grandes personalidades y caracteres, estadistas, artistas, generales y obreros. Preguntome enseguida si me comprometía a ser un leal, activo y prudente albañil de la construcción del mundo, servir a los demás, superar mi vida, no abdicar de los principios comunes y separarme de la Logia antes que hacerle daño, a lo que yo contesté: “-Me comprometo.” Oi tres golpes de mallete y entonces fui despojado de la venda entre aplausos, adquiriendo “la luz”, lo que por supuesto también es todo un símbolo. Recibí el mandil blanco, distinto del rojo del maestro y de los compañeros, y por primera vez el Venerable me saludó con el saludo masónico reservado, que consiste en que cuando un hermano estrecha la mano de otro, con el dedo índice extendido oprime levemente la vena que cruza su muñeca, significando así una fraternidad de sangre que llega hasta el corazón. Fui sometido también a tres preguntas secretas que me abstengo de comentar y se me entregó una espada, advirtiéndome que en la logia El Sol ésta no representa un emblema de guerra sino la imagen de nuestra lucha por la verdad y la justicia contra la ignorancia. Todos los hermanos desenvainaron sus espadas y las chocaron sobre sus cabezas, al tiempo que caía una lluvia de pétalos de flores y del fondo del templo emergía una música como de himno triunfal, compuesto especialmente para nuestra logia. Los maestros y hermanos me felicitaron y don Leandro me regaló un anillo de oro reproduciendo la Escuadra y el Compás como recuerdo de aquel día. Ya soy hermano masón en grado de aprendiz del Rito Escocés y me parece como si hoy naciera a un mundo totalmente diferente aunque sé que es el mismo.  

Hasta aquí la narración de Egerton recuperada por Mario Moya Palencia. 

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Video


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domingo, 5 de marzo de 2023

Benito Juárez, ¿masón desde el 15 de enero de 1847?

Falso documento supuestamente masónico atribuido a Benito Juárez.


¿Nos imaginamos a Juárez poniendo por escrito que algo le "fascina"?

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Nótese el lema "El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz" de 1867.- ¿Qué hace ese lema en un documento supuestamente masónico? En cursivas manuscritas aparece la abreviatura "q.b.s.m.", que era una fórmula de despedida usada en cartas. ¿Qué hace en un supuesto trabajo masónico dirigido a "VV.: MM.: y QQ.: HH.:" una despedida tal como "q.b.s.m."? Significa "quien besa su mano" y no se acostumbra entre masones. Aparece allí porque el documento es falso. Nos encante el Photoshop.  

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Benito Juárez, ¿masón desde el 15 de enero de 1847?

Audio - Telegram - Click: El acta de iniciación de Benito Juárez del 15 de enero de 1847

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Oficialmente Juárez ingresó a la masonería: 1) el 15 de enero de 1847, 2) en una logia llamada Independencia 2 de la Ciudad de México, 3) perteneciente al Rito Nacional Mexicano.

¿Dónde quedó el acta de iniciación de Juárez?

El más antiguo registro escrito es quizá el Boletín Bibliográfico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que registra un trabajo titulado Un acta de Juárez

Búsqueda y hallazgo del Boletín Bibliográfico citado por Jorge L. Tamayo (1912-1978) al reproducir también el acta masónica:


 

Libro que contiene el Boletín Bibliográfico de la SHCP, 
con el acta de iniciación masónica de Benito Juárez.
    

Portada del Boletín Bibliográfico
con el acta masónica de Benito Juárez.

Investigando el acta en el Boletín de 1972

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Veamos dos inconsistencia del acta de enero de 1847: 
¿Masón desde 1847?

Audio - Telegram - Click: El acta de iniciación de Benito Juárez del 15 de enero de 1847

Preguntas al respecto: 

1.- ¿Existía una logia de ese nombre en la Ciudad de México en 1847? La respuesta más probable es que NO. José María Mateos, fundador del RNM y autor del libro Historia de la masonería en México dice que la logia número 2 se llamaba Igualdad y el venerable maestro era él mismo: José María Mateos. 

2.- ¿Cuándo nació la logia Independencia 2? En 1862, ¡quince años después del año 1847! Lo afirma el propio José María Mateos en su libro en la p.46 de la edición facsimilar que obra en mi poder. (La versión de Porrúa la tiene en la p.75). Las primeras cinco logias del rito se llamaron Meridiano Anahuacense 1, Igualdad 2, Terror de los Tiranos 3, Despreocupación Indiana 4, y Luz Mexicana 5.

Estos nombres se cambiaron a  Reforma 1, Independencia 2, Libertad 3, El Orden 4, y Constancia 5. Escribió JM Mateos: "Nunca debieron cambiarse. Esta variación fue hecha en 1862".  

JM Mateos: La logia Independencia 2 nació en 1862 y no existía en 1847

3.- ¿Por qué José María Mateos no menciona la iniciación de Juárez en su libro (es de 1884) siendo algo tan importante para el RNM y la historia de la masonería?

4.- ¿Por que Juárez habla de masonería en su libro Apuntes para mis hijos y no menciona su propia iniciación?

5.- La ceremonia la preside el Gran Maestro del RNM José María del Rio. ¿Por qué a Valentín Gómez Farías, que había sido el más reciente Gran Maestro, no se le menciona con ese carácter en el acta? 

6.- ¿Por qué tomó el nombre simbólico de Guillermo Tell, suizo que luchó contra un austriaco invasor? Suena lógico que tomara ese nombre masónico desde su enfrentamiento con Maximiliano a partir de 1862-1867, no antes, desde luego que no en 1847. ¿Ya había ocurrido la lucha del mexicano Juárez contra un austriaco invasor? 


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El grado 33 de Benito Juárez

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Su currículum masónico

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Audio - Telegram - Click: El acta de iniciación de Benito Juárez del 15 de enero de 1847

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Supuesta acta estilizada con recursos informáticos
para darle apariencia de documento antiguo.
Por supuesto que no es auténtica. Otro Photoshop
El acta original se desconoce.


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