DISCURSO DEL MAESTRO JUAN DÍAZ DE LA TORRE
*** A lo largo de nuestra historia, los mexicanos hemos tenido claro que educar es una tarea común, inacabable, imprescindible, de interés general y de la cual depende la creación de las condiciones de vida digna para todos.
El
optimismo de la vocación educadora tiene como fuente la confianza en el ser
humano. Sobre la base de nuestra vocación civilizadora, a los maestros no nos
amedrentan las adversidades, son retos cuya superación pasa por hombres y
mujeres formados en las aulas de nuestras escuelas.
Tenemos
confianza en el porvenir porque su construcción es una labor cotidiana de
todos.
Nos
corresponde también confrontar las expectativas con la realidad y reconocer que
en el marco del federalismo, el país es un mosaico diverso y desigual, cuyo
tratamiento no puede pasar por el tamiz de la generalización, bajo el riesgo de
perpetuar la desigualdad y el rezago.
SEÑORES
GOBERNADORES:
Nuestro
federalismo es la síntesis de los primeros años del México independiente. Esos
tortuosos e intensos, pero también plenos y definitorios años de la fundación
espiritual y política del país.
Figuras
como Francisco Severo Maldonado, como Prisciliano Sánchez le dieron sentido
como garantía de unión, conscientes de que el desarrollo articulado del
conjunto nacional no es factible en detrimento de sus partes, como tampoco lo
es el de estas sin conducción compartida.
En
torno a 171 artículos de la Constitución Federal del 24, un puñado de mexicanos
sintetizaron unos y construyeron otros de los perfiles de nuestra identidad,
sentaron las bases de un proyecto sobre el cual la nación mexicana ha tenido,
tiene y mantendrá rumbo y destino.
Los
maestros entendemos que el federalismo, como acuerdo político fundamental de
distribución y reconocimiento de espacios de autonomía y universos de
competencia, es en sí mismo, un método democrático, en el que las decisiones
fundamentales se adoptan sí, en el marco de los ámbitos de cada nivel, pero
también, bajo la consideración superior de los intereses de todos.
El
federalismo lo entendemos como un proceso, antes que como un estado de cosas
fijo. Cambia y evoluciona siempre. Es una posición decidida, un compromiso con
la pluralidad, con las mujeres y los hombres de México, una voluntad personal y
colectiva cuya expresión se renueva en acuerdos como el que hoy suscribimos.
SEÑORAS
Y SEÑORES
Por
voluntad política, porque así lo demanda la sociedad y porque es lo que más
conviene a los intereses de la República, la generación de políticos que hoy
conduce a nuestro país ha elegido el camino de las transformaciones, decisión
que sin duda habrá de definir el perfil del México del siglo XXI.
De
manera natural, ante las expectativas de las reformas, surgieron preguntas y
las viejas certezas se desvanecen ante la evidencia de las metas actuales y los
objetivos propuestos.
Consolidar
un país de derechos y libertades nos convoca a todos a apostar por el futuro.
A
convertirnos en agentes de las transformaciones, a sumar nuestra creatividad,
nuestro compromiso y nuestras voluntades en la construcción de nuevas formas y
conductas.
SEÑOR
SECRETARIO DE EDUCACIÓN, SEÑORES GOBERNADORES:
Los
trabajadores de la educación que tenemos la doble misión de promover el cambio
y transmitir valores, nos nutrimos del pasado para ocuparnos de un mejor
porvenir.
Sobre
la base de la reflexión los maestros de México, damos cuenta de nuestra capacidad
para transformarnos. Durante 70 años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación ha acompañado al país desde las aulas, desde la formación de
conciencia ciudadana, desde las comunidades mismas.
Las
evidencias nos avalan.
Como
lo esperaba Vasconcelos y lo reconocía López Mateos, somos el ejército civil y
civilizador de la patria.
Como
organización responsable, sensible y creativa, nos ponemos a tiempo con el
nuevo tiempo mexicano. Tenemos claridad de cuáles son las preguntas y estamos
ocupados en la construcción de las mejores respuestas para acompañar la agenda
nacional desde el magisterio y la educación, para ser actores en las
estrategias que permitan al país recuperar la tranquilidad, para promover la
conciliación en el marco del derecho.
COMPAÑERAS
Y COMPAÑEROS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN:
El
SNTE, nuestra organización, finca su fortaleza de hoy, en la unidad de siempre.
En
el compromiso permanente con las niñas, los niños y los jóvenes.
En
la cercanía constante con las madres y padres de familia.
En
el orgullo de compartir los valores y principios de la tarea de educar.
Somos
los legales y legítimos titulares de las relaciones laborales de los
trabajadores de la educación.
Aquí
está la evidencia.
Por
mandato de ustedes estamos aplicados en ser los garantes de la vigencia de los
derechos y conquistas adquiridos hasta ahora.
Tenemos
la certeza de que así será también en el futuro.
Asumimos
con altura de miras y con dignidad los grandes esfuerzos que la nación nos está
demandando. Siempre hemos estado puntuales con la historia y la historia misma
lo registra.
Los
retos nos han fortalecido.
En
los momentos más difíciles hemos construido alternativas para superarnos
personal y profesionalmente.
En
el nuevo diseño institucional y normativo que el país ha conformado bajo la
dirección del presidente Peña Nieto y ante nuestras legítimas demandas, la
negociación complementaria que año con año se realizaba en cada entidad
federativa queda superada a partir de la firma de estos 32 convenios para la
aplicación automática en los estados de los acuerdos que se deriven la
negociación nacional única.
A través
del compromiso que a nombre de los trabajadores de la educación hoy
suscribimos, afirmamos que seremos vigilantes de que aquello que se acuerde en
la federación en beneficio de los trabajadores de la educación, se aplique de
manera automática e irrestricta en cada Estado de la República.
La
certidumbre y la confianza serán las constantes en esta nueva etapa que hoy se
inaugura.
Más
que cifras y estadísticas, lo que queda de manifiesto es la voluntad y la
decisión por garantizar mejores condiciones para quienes tenemos en la
educación nuestra materia de trabajo y con ello alcanzar el objetivo que la
reforma plantea, de ofrecer una educación de calidad.
Por
supuesto, que los números importan y estaremos pendientes de su ejecución a
partir del clima de transparencia, que juntos estamos construyendo, pero lo que
más nos importa es la seguridad y la tranquilidad de los rostros que están
detrás de los datos.
Estoy
convencido de que la incertidumbre, la frustración pedagógica, la duda,
quedarán superadas con la celebración de estos Convenios, que garantizan la
vigencia de los derechos adquiridos por los trabajadores.
Lo
que hoy nos reúne, no es sólo una firma protocolaria, es el inicio decidido e
inteligente de un modo de asumir las transformaciones políticas del momento y
de entender a la educación como el más elevado bien público, que nos otorga el
privilegio de avanzar juntos hacia el destino que México merece.
Afirmo
desde esta tribuna, que son cientos de miles de maestras y maestros mexicanos
que reconocen en su organización un proyecto educativo, sindical y político que
transita a favor de México por el camino de la institucionalidad, lejos de
protagonismos y visiones personales, convencidos de que el Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación avanza hoy con rumbo, con visión compartida,
con acuerdos y consensos, con responsabilidad y transparencia.
Esto
nos une, nos compromete, nos hace ser cada día mejores.
Ser
lo que somos nos llena de orgullo.
MUCHAS GRACIAS