miércoles, 27 de abril de 2022

Domicilios de los Caballeros Racionales en Xalapa, 1812

 Domicilios de los Caballeros Racionales en Xalapa

Wenceslao Vargas Márquez

(Derechos reservados, prohibida su reproducción)

Ha sido tema de estudio la ubicación de una supuesta logia en la calle Las Ratas número 4, ahora séptima de Bolívar, en la Ciudad de México, hacia los años 1806-1808.

Igualmente importante es definir la ubicación física de la logia de Caballeros Racionales de 1812 en la ciudad de Xalapa, Ver. Aquí compartiré unos datos:


Restos de una placa en el centro de Xalapa con el nombre antiguo de la Amargura

Tomás Mendirichaga Cuevas en su ensayo La iniciación del padre Mier, UANL, 1980, bit.ly/3oQeoOq, cita al canónigo Ramón Cardeña y Gallardo dentro del Boletín General de la Nación 3, de 1932, con el dato de que “la logia jalapeña se instaló  en casa de Telles (sic) que está hacia la calle de San José, en donde él fue iniciado; también hacia El Calvario, en casa de Velasco”. Estos dos datos corresponden al actual centro histórico de Xalapa.

Revisemos en otra fuente si Cardeña estaba en México o Xalapa a principios de 1812. Encontramos que sí, con datos de David Carbajal López, Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de los Lagos:

“Así que, sin conocimiento del obispo Cabañas, Cardeña escapó a México; cuando se ordenó su aprensión ahí, huyó a Puebla, donde fue arrestado por órdenes del obispo el 26 de septiembre. Volvió a México en enero de 1809, burlando la vigilancia episcopal, y cuando iba a ser arrestado nuevamente, el 14 de junio de ese año, salió de la capital hacia Veracruz y se embarcó rumbo a la Península. Cabe reconocer que se mantuvo fiel y al lado del gobierno, obteniendo incluso, con su ya acostumbrado talento para las solicitudes, la autorización para permanecer legalmente en territorio peninsular. Pudo así residir con suma tranquilidad en Sevilla y luego en Cádiz, hasta ser arrestado de nuevo en julio de 1810. Aunque hizo intentos desesperados para evitar que se le enviara de vuelta a Nueva España, fue embarcado en agosto, aunque como se mencionó antes logró arreglárselas para permanecer en La Habana varios meses. No sabios exactamente cuándo llegó a Veracruz; muy posiblemente aprovechó el viaje de las tropas expedicionarias enviadas desde la Península, pero como entonces el reino estaba en plena guerra insurgente y los caminos principales por completo bloqueados, debió establecerse en su natal Xalapa a principios de 1812. Más adelante varios los motivos, pero de ahí pasó nuevamente a reclusión, la más larga que conoció en su vida, en las cárceles de la Inquisición de México, entre 1812 y 1815.

“Sacerdote cortesano y ambicioso, canónigo casi vagabundo, todo ello no le hubiera valido necesariamente la cárcel de no ser por su vestimenta, sus ersiones, su vida sexual y sobre todo sus posturas políticas. Comencemos por lo primero: Cardeña, según Lucas Alamán, llegó a ser apodado “el canónigo bonito” por su apostura personal. No por nada el padre Servando Teresa de Mier, quien lo conoció en Madrid hacia 1801, fue recibido en su antesala “mientras se afeitaba y peinaba”. Según decía el provisor de la mitra de Guadalajara en 1804, el canónigo seguía “en calzado, pelo y claro, patilla o lo que sea de la última moda”. Peor todavía, Cardeña era aficionado al juego y al teatro, a los que llegó a asistir despojándose por completo de su vestimenta de clérigo. En México, fue el arzobispo Francisco Lizana quien tuvo noticias de su asistencia a las comedias a finales de 1803, por lo que lo amonestó personalmente, y de hecho el propio Cardeña reconoció sin remordimiento alguno este incidente ante su obispo en una carta del mes de enero siguiente.

“Sobre todo, Cardeña ganó notoriedad desde 1802 como amante de la señora Rodríguez de Velasco, la célebre güera Rodríguez, casada entonces con don José Villamil y Primo, militar y subdelegado de Tacuba. Parece ser que fue justo este escándalo el que obligó a Cardeña a ir a tomar colación de su canonjía en Guadalajara. Desde luego, en sus posteriores viajes a México no hizo sino reincidir en esta falta; de hecho parece ser que la relación duró hasta 1808, cuando ya estaba fugitivo de su diócesis, pues según el arzobispo Lizana tuvo noticias de que estaba refugiado en casa de ella cuando logró escapar rumbo a Puebla”.

Además de San José y El Calvario, un tercer domicilio de Caballero Racionales en Xalapa, estuvo en la calle la Amargura, hoy Revolución, tomando el dato de Patricia Díaz Terés, en su trabajo La insurgente en la sombra veracruzana: María Teresa Medina. Este domicilio no es el de El Calvario. Leamos:

 “La pequeña María Teresa Medina y Miranda nació una funesta noche del 17 de mayo de 1784 en una casona del barrio de Xalitic en XalapaVeracruz (…) Pronto romance sostuvieron, contrayendo nupcias (con Manuel de la Sota Riva Llano y Aguilar) el 4 de noviembre de 1807 en la iglesia de San José, instalándose la pareja en una hermosa residencia ubicada en la calle de la Amargura, pululando por entonces en las calles de Xalapa una gran cantidad de intelectuales con revolucionarias ideas, cuyo espíritu se inflamó con indignación al enterarse del apresamiento del rey Fernando VII (…)”


Iglesia de San José, donde se casaron María Teresa y Manuel en 1807

Y enseguida las reuniones con los miembros de la logia de Caballeros Racionales en casa de María Teresa Medina, casa que no estaba ni en San José ni en El Calvario, era un tercer domicilio para la logia.

“Recibiendo a tales individuos en su propio hogar, donde a partir de 1810 se llevaron a cabo seguramente varias acaloradas y fructíferas discusiones, mismas que se aderezaron con la llegada del canónigo Ramón Cardeña y Gallardo, primo de nuestra inteligente protagonista (…) Ostentando marcadas tendencias liberales, el religioso Cardeña pretendía establecer una conjura que ayudara a los novohispanos a separarse del dominio de la Madre Patria, cuyo gobierno a estas fechas estaba en una situación más que complicada. Estableciose pues en casa de doña Teresa una junta secreta que tenía como objetivo participar activamente en el movimiento insurgente, quedando al frente de las reuniones Vicente AcuñaEvaristo Fiallo y Juan Bautista Ortiz, a quienes acompañaban otros varios rebeldes como Mariano Rincón o Ignacio Paz”. Añado: Acuña era el fundador, apodado Tacones.     

Luis Zalce (I:28) muestra una lista de personas pertenecientes a Caballeros Racionales de Xalapa. Es la siguiente y son de notarse los números 7 y 49 de la lista, nuestros personajes:

1. Ramón Cardeña, presidente, Manuel Cruz, vicepresidente, José María Pérez, secretario, Joaquín el boticario, Gabriel Raso, Carlos Guevara, 7. Fulano Téllez, el maestro Lucido, José Antonio Domínguez, el licenciado Ruiz, José María Bauza, Rafael Velad, Andrés Boselo, el sargento Domínguez, el maestro don Aniceto, Cristóbal Capetillo, José Ortega, Juan de Dios Cabañas, Joaquín Rincón, Juan Díaz, Manuel Cárdenas, Juan Ferro, el doctor médico Pérez, Barradas (artillero patriota), Dionisio González, Jorge Ojeda, Francisco Corral, José Cruz, Patricio Fernández, José María Pánfilo Rodríguez, Manuel Ortiz, Teodoro Causo, Rafael Cabañas, 34. Joaquín Cardeña (¿familiar de Ramón?), 35. Manuel Rincón (¿sería el militar gobernador de Veracruz?), Juan José Corral, el relojero, el sargento Graneros, Juan Catarino Cabañas, Camariz (¿será Tamariz?), Apolva, Benito Ochoa, Francisco Nava, Vicente Casas, otro más Casas de Naolinco, el naolinqueño que tiene su tienda frente a la de Bustillos, su sobrino José María Rivera, un pariente de este fulano Guzmán, 49. Velasco, patriota, Pedro Mejía, Manuel Mejía, y un fulano Montaño.

Escribió Virginia Guedea que “la sociedad celebraba sus reuniones en distintos lugares. Se mencionan las casas de varios socios, como la de Manuel Cruz, dedicado al negocio de las literas; la de Mariano Rincón, quien más tarde se unió a la insurgencia y fue uno de sus jefes más connotados en la región de Veracruz, y la de José Mariano Lucido, maestro carpintero. Asimismo, se señalan las del sastre Manuel Téllez, del patriota Velasco, del licenciado Apolbón y de Montaño. Hubo otras reuniones celebradas en casa de doña Teresa Medina de Sotarriba, aunque al parecer fueron informales. Igualmente, se tuvieron reuniones en el Potrero, en el billar propiedad de Manuel Cruz y en la botica de San Juan de Dios”

Conclusión: la logia de los Caballero Racionales en Xalapa, año 1812, tuvo entre otros, los siguientes tres domicilios: casa de Téllez por San José, casa de Velasco por el Calvario y casa de María Teresa Medina en la Amargura, hoy Revolución.   

Mapa con el lugar de nacimiento de Teresa Medina con su nombre para la calle, 
y El Calvario, centro de Xalapa, Ver.

Créditos:

 ×          David Carbajal López, Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de los Lagos, Vista de Personas sagradas y trayectorias trasatlánticas: la vida de tres clérigos de principios del siglo XIX en Nueva España | Letras Históricas E-ISSN: 2448-8372 (udg.mx)

×   Virginia GUEDEA RINCÓN-GALLARDO, Las Sociedades Secretas de los Guadalupes y de Jalapa, y la Independencia de México.

×   La insurgente en la sombra veracruzana: María Teresa Medina, Ramón Cardeña y Gallardo | Columna Pensando En... (wordpress.com)

×      Tomás Mendirichaga Cuevas, La iniciación del padre Mier, UANL, 1980, bit.ly/3oQeoOq

×     Luis Zalce y Rodríguez, Apuntes para la Historia de la Masonería en México.

×     Mapa de Xalapa de 1869, de la autoría de Rivera y Cambas: bit.ly/3oJbI51 

 

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domingo, 24 de abril de 2022

Luyando, Azcárate y Uluapa. Sus declaraciones judiciales de octubre de 1808.

Luyando, Azcárate y Uluapa. Sus declaraciones judiciales de octubre de 1808.


Imagen: Mateos, p. 11, de la edición de 1884.

Dentro de la causa seguida contra fray Melchor de Talamantes en 1808, el 14 de octubre se tomó la declaración al regidor Manuel Cuevas Moreno de Monroy Guerrero y Luyando, de 52 años. 

Preguntado por su nombre, apellido, estado, profesión y edad respondió ‘llamarse como queda asentado, D. Manuel de Cuevas Moreno de Monroy Guerrero y Luyando, ser casado con la señora Da. Agustina Cosío, Mayorazgo y Regidor’. 

No proporcionó su domicilio y es lamentable pues así sabríamos si lo era el de Las Ratas 4, pues se supone, según J.M. Mateos, que de Luyando era la casa en la que sesionaba la logia a la que pertenecieron Hidalgo y Allende. 

El mismo regidor Luyando entregó a los jueces el día 15 de octubre una carta autógrafa de Talamantes fechada el 24 de agosto del mismo 1808 donde Melchor de Talamantes solicita se entregue al Ayuntamiento uno de sus escritos. 

¿José María Mateos confunde accidental o deliberadamente la historia de una supuesta logia con el proceso judicial de Talamantes? Desde nuestro punto de vista, es la más seria posibilidad.

¿Por qué en la respuesta a la pregunta 4 del interrogatorio Manuel Luyando llama "hermano" al marqués de Uluapa? ¿Eran masones? La respuesta está en mi libro y es bastante prosaica.  

La declaración de Luyando del 14 de octubre de 1808

La declaración judicial de Azcárate del 17 de octubre de 1808

La declaración judicial de Uluapa del 19 de octubre de 1808

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sábado, 23 de abril de 2022

¿Quiénes han vivido en la calle Las Ratas 4?

¿Quiénes han vivido en la calle Las Ratas 4?

(Prohibida la reproducción total o parcial)

Las Ratas 4 fue el supuesto domicilio de la supuesta logia donde se iniciaron Hidalgo y Allende.

La Guía de Forasteros publicada por el general Juan Nepomuceno Almonte en 1852, registraba en Las Ratas 4 el domicilio de Manuel Castro, catedrático del primer curso de matemáticas del Colegio Nacional de Minería, en Las Ratas 5 el domicilio del capitán Ignacio Lebrija, oficial primero de la segunda secretaria del Supremo Tribunal de Guerra y Marina

El Manual del Viajero, de Marcos Arróniz, fechado en París, hace público un mapa donde aparece la calle Las Ratas en su fecha de edición: en 1858El Viajero en México, de 1864, bajo el Imperio de Maximiliano, registraba el café y nevería de Margarita García en Las Ratas 4, la carnicería de Jesús Ortega en la casa 8, la tabaquería de Agustina Quiroz en la 12, la zapatería Agustín González en la 15 y la tienda de Salgado y Compañía en Las Ratas y Portal de Tejada al extremo sur de la cuadra.
En 1879 el Anuario-almanaque del comercio, industria y magistratura registraba a partir de la página 1387, la zapatería de Guadalupe Lagos en Las Ratas 2, al herrero Felipe Valderrama en Las Ratas 3, al abogado José Medina con domicilio en Las Ratas 4

Anuncio en el Diario El Imparcial

Un anuncio de El Imparcial del 4 de noviembre de 1910 decía: “solicito cocinera para matrimonio solo, 7ª. Bolívar 73, antes Ratas”.  Según la prensa de la época (HNDM), en los años 30 del siglo XX Las Ratas 4 fue casa-habitación del doctor Francisco de Paula Estrada, director de la revista La Farmacia.  En los años 40 fue el cabaret Ba-ba-lú.
En los años 50 fue el bar La Naval y en los 90 la cantina La Parroquia, (fuente: Cabarets de antes y de ahora en la Ciudad de México, de Armando Jiménez). 

¿Qué busco? Huellas de una logia masónica o de la familia Luyando. Nada he hallado. 


El rastreo completo y detallado de los habitantes de Las Ratas 4, a lo largo de más de cuatro siglos (desde el mapa de Uppsala de 1550 y hasta 2022), en mi libro.- Amazon.


miércoles, 13 de abril de 2022

¿Qué pensaba el general español Francisco Franco del PRI, de Miguel Alemán y de la masonería mexicana en 1949?

¿Qué pensaba Francisco Franco del PRI, de Miguel Alemán y de la masonería mexicana en 1949?

El gran fraude democrático.- Francisco Franco (J. Boor), 6 de agosto de 1949.  

6 de agosto de 1949.- Con motivo de las elecciones generales para diputados del Congreso de la República mejicana se pone de manifiesto, una vez más, el enorme fraude de las democracias, en que bajo un signo aparente de libertad los tentáculos de la hidra masónica van aprisionando a los países y destruyendo su libertad y su independencia. Cuando un español llega a Méjico dos cosas se le acusan: el espíritu españolista de los distintos sectores de la sociedad y la supervivencia de la fe católica, muy especialmente entre las gentes sencillas de los pueblos. “Padrecito, bendígame usted a mi niño”, y las mujeres se arrodillan con sus niños en brazos en los caminos al paso de los sacerdotes españoles. “Padrecito, bendígame mi tienda, mi casa o los instrumentos de trabajo”, repiten por doquier. Mantas o vestiduras echadas en el suelo para que las pise el pie de algún prelado en su breve estancia por aquel país; masas ingentes apiñadas en las iglesias católicas pidiendo por Dios unas palabras a los padrecitos de la vieja Patria. Lo católico y lo español se enraizan en aquella bendita tierra mejicana, aherrojada y azotada por tiranías despóticas bajo el aparente signo de la democracia.



Cuando le exponíamos a un ilustre hombre mejicano el contraste entre el pensamiento íntimo de cuantos allí se tratan con la expresión externa de la política de sus Gobiernos, nos respondía que el pueblo mejicano desde hace muchos años viene pensando lo contrario de lo que representan sus gobernantes. Y cuando, asombrados por la expresión, le replicábamos cómo un pueblo tan bravo y tan viril lo consentía, nos descubría cuáles habían sido las vicisitudes a que esta falsa democracia los habla conducido, y que durante muchos años ni la seguridad personal ni la garantía de los bienes tenían la menor protección, que hoy, sin embargo, existía un orden material y un respeto relativo de las haciendas de los que no se oponían a la política imperante, lo que los forzaba a aguantar la tiranía por un miedo natural a mayores males. 

Así, el fraude viene siendo consustancíal con la política mejicana y los derechos ciudadanos desaparecen totalmente bajo la omnipotencia presidencial y de las camarillas de sus secuaces. Allí muchos españoles pudieron escuchar de boca de un docto sacerdote que rige una parroquia en una de las poblaciones que lleva nombre igual a una rica región española cómo en unas pasadas elecciones habían obtenido aplastante mayoría los candidatos católicos por estar la fe católica firmemente arraigada en toda la comarca, y cómo al publicarse los resultados electorales se cambiaron éstos, otorgando al candidato gubernamental los votos ganados por el católico, y a éste, en cambio, la efímera votación de su contrincante. La burda maniobra provocó la indignación de aquellas gentes, que se lanzaron a las calles pidiendo justicia, pero tropezaron con las ametralladoras del Gobierno, solicitadas por la autoridad, que disolvieron la manifestación popular tras un centenar de bajas entre muertos y heridos de los manifestantes. El fraude quedaba consagrado con el respaldo violento de las armas. 

De este incidente tan grave ni los periódicos de las capitales pudieron hacerse eco ni lo comentaron las radios del mundo, tan atentas al sensacionalismo sobre lo ajeno, y la poderosa nación norteamericana, con su silencio y con su mano tendida hacia los gobernantes dio su absolución a los masones impostores. 

La vida en muchas de las llamadas democracias americanas se desenvuelve así. La decepción y el escepticismo de las gentes las aleja de la política, mirándola como un mal incurable o como un azote que Dios les envía. Unas elecciones no tienen hoy la menor importancia en tierra mejicana, pues la mayoría sabe que no pueden alterar en lo mas mínimo la situación presente. 

Recientemente se convocaron elecciones para elegir 147 diputados de la Cámara. Presentaron candidatos tres partidos: el oficial del Gobierno, conocido por el nombre de partido revolucionario institucional, el de Acción Nacional o partido católico, y el partido popular o comunistoide en que se convirtió el comunista de Vicente Lombardo Toledano. El empadronamiento, como siempre, se ha llevado a cabo fraudulentamente, incluyéndose millares de personas inexistentes, mientras desaparecían de las listas los nombres de los afectos a partidos extraños al Gobierno, y así, al compás que había votantes y rondas gubernamentales que votaban numerosas veces, los opositores se veían privados de su voto en muchos casos y en otros suplantados en él, pues aquella picaresca de la rotura de urnas y de la sustitución de actas tiene en aquel país la más enraizada tradición. De este modo, por este sistema democrático y popular, el partido del Gobierno se otorga 146 puestos de las 147 actas, asignándole uno solo al partido católico de Acción Nacional. La mayoría, que ésta debiera haber obtenido en buena ley, se la apropia el partido masónico gubernamental. De 5.000.000 de votantes sólo figuraron empadronados 2.500.000, dejando fuera a los que se consideraba adversos, y de aquéllos se le hurtan o se le suplantan sus votos. Ante este “paraíso” no podemos menos que gritar: “¡Viva la democracia!” 

Discurre la política en la mayoría de los países de Hispanoamérica en manos de las logias masónicas. Masones fueron los partidos liberales y de izquierdas de aquel país desde su emancipación; masones son la gran mayoría de los ministros de esta filiación, sus subsecretarios, los secretarios y los directores generales, porque siguiendo la consigna masónica, los masones siempre en sus nombramientos de elección designan a individuos masones sujetos a sus logias. Esto hace que la masonería, como una hiedra, invada y aprisione los puestos de gobierno y acabe por secar el árbol ya marchito, que quiso ser fecundo, de la nación emancipada. 

En Méjico se encuentra la verdadera negación de lo que pretendió ser la democracia. El principio de respeto de la conciencia y de la práctica de la religión se ve allí desvirtuado, en cuanto a los católicos se refiere, por la prohibición de poseer bienes a la Iglesia católica, cuyas iglesias han pasado a ser propiedad del Estado, y la prohibición legal de tener seminarios de formación sacerdotal en el país obliga a sus jóvenes seminaristas a formarse en un seminario en los Estados Unidos. ¿Puede darse un caso más grande contra el derecho del individuo y de la ley divina? 

Una minoría atea desde el Poder lleva a la Constitución de aquel país cosas que repugnan a la conciencia de la mayoría de los mejicanos, que tienen, en lo religioso, que vivir sojuzgados y dependientes del favor o de la tolerancia de los masones gobernantes, mientras las logias y toda la desvergüenza organizada tienen garantizados sus derechos. 

Con este sistema insidioso y cruel se pretende extinguir la fe verdadera por masones al servicio de lo anticatólico y de lo antiespañol. ¿Cómo puede extrañarnos que en la Sociedad de las Naciones puedan aparecer países, como Méjico, renegando de la Madre Patria, si desde su nacimiento constituyó para la masonería lo católico y lo español el blanco principal de su pasión sectaria, y por medio de ella se consiguió anular nuestro poderío y producir nuestra decadencia? 

Se repite hoy en la nación mejicana, y en Sudamérica en general, lo que un día hicieron otras naciones europeas con la nación española. Su poderío y su riqueza despertaban la envidia y el odio de sus rivales, y no pudiéndola vencer entera, la pretendieron rota, y fue la masonería el vehículo que la escindió, le apagó su alma y la entregó inerte a las intrigas de los de fuera. Lo mismo les ocurre hoy a muchos de los pueblos de América: lo que un día sirvió para separarlos de la Madre Patria sirve hoy para escindirlos, destruir su alma y sojuzgarlos. Y, así, naciones que por sus riquezas naturales pudieron ser grandes y soberanas, yacen mediatizadas por las naciones poderosas, sujetas a su dictadura económica y política por intermedio de las logias, que de la dependencia un día europea, inglesa o francesa, van entrando en la disciplina de la masonería norteamericana. 

El propio Presidente actual de Méjico, el honorable señor (Miguel) Alemán, figura en los recientes diccionarios editados por la masonería en Hispanoamérica como masón perteneciente a la logia “Of City Mexico”, de disciplina norteamericana, a la que se pasó después de causar baja en otra logia de disciplina europea. La trascendencia de la filiación presidencial a lo masónico no puede ser más importante, dada la omnipotencia de que los presidentes disfrutan en aquellos países, pues cualquiera que pueda ser su hombría de bien o su voluntad, éstas acaban pereciendo ante el dictado de las logias. Por ello tenemos que resignarnos a presenciar a la querida nación mejicana aherrojada por la masonería y a asistir a estos fraudes de la democracia bajo el silencio protector de los afines. 

Al registrar estos hechos lamentables, no identificamos a la nación mejicana con la pasión ni la tiranía masónicas que la gobiernan.

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Francisco Franco (J. Boor), 1949 ::: Imágenes: Wikipedia