Mensaje de Elba Esther
Gordillo.- 20 de agosto
de 2018
(Transcripción nuestra).
Hola, hola. Mucho gusto de verlos. Gracias, muchísimas gracias por estar aquí. En verdad es un gusto verlos. Es mi primera aparición en público. No es fácil, pero es muy estimulante saludar a los medios de comunicación. Como bien se dijo, es un comunicado, no habrá preguntas y respuestas. Agradeceré su comprensión por tal situación, pero obviamente así lo he determinado. Y gracias a mis amigos y amigas que me hacen el favor de acompañarme, a mi propia familia.
Hola, hola. Mucho gusto de verlos. Gracias, muchísimas gracias por estar aquí. En verdad es un gusto verlos. Es mi primera aparición en público. No es fácil, pero es muy estimulante saludar a los medios de comunicación. Como bien se dijo, es un comunicado, no habrá preguntas y respuestas. Agradeceré su comprensión por tal situación, pero obviamente así lo he determinado. Y gracias a mis amigos y amigas que me hacen el favor de acompañarme, a mi propia familia.
Señoras y señores, amigos todos.
Aquí tienen la imagen que ha predominado más de cinco años con respecto a mi persona y es producto de una persecución política de acoso e injusticia.
Aquí tienen la imagen que ha predominado más de cinco años con respecto a mi persona y es producto de una persecución política de acoso e injusticia.
Imagen aludida. Crédito: Proceso |
Muestra el acuerdo judicial. Crédito: La Silla Rota |
Deseo que este momento
marque el futuro de mi vida, el de mis anhelos y el de mis esperanzas. La larga
etapa de encierro fue también de un duro y profundo aprendizaje. Sin duda
cambié, cambiamos todos, cambió el país. La dura prueba a la que fui sometida cambio
también y golpeó a mi familia.
Sin embargo, no sufrí
sola. También sufrieron las maestras y los maestros de México. Poseo una firme convicción que en defensa del
magisterio nacional y de todos los trabajadores de la educación empeñé lo mejor
de mí. No rehuí riesgo alguno, no acepté condiciones indignas. No se ahorraron
recursos ni tinta desde una visión mediática para tratarme con una dureza que
sólo una orquestación perversa
podría propiciar.
Es
mejor conquistarse a sí mismo que ganar mil batallas.
Hoy esta guerrera está
en paz, y a las maestras y los maestros de México, a ellos les ofrezco una
disculpa.
Lamento que hayan
sido sometidos a una persecución política y mediática que tenía por objeto (destruir)
sus conquistas laborales, destruirlas, y atomizar a su organización sindical.
Lamento que nos
hayan responzabilizado de la compleja situación educativa del país cuando la
mayoría de los maestros hacen lo mejor que pueden con las herramientas
insuficientes que el gobierno les da. Se prefirió gastar en propaganda que
invertir en un programa efectivo que calara a fondo en mejoría de la educación de
nuestro pueblo.
Lamento también que
algunas actitudes que se me atribuyeron hayan contribuido a que fuéramos un
blanco fácil, un chivo expiatorio al que se le culpó de todo, pero que sobre todo lamento que quienes debían defenderlos
no lo hicieron y nos traicionaron.
A las maestras y a los
maestros de México les pido que en este inicio de clases pongan lo mejor de sí mismos como siempre lo han
hecho.
Entréguense a los niños y a las niñas con la tranquilidad de que sus preocupaciones, hoy, deberán ser fielmente defendidas, que sus derechos los defendernos con puntualidad, que la dignidad del magisterio se volverá a valorar.
Entréguense a los niños y a las niñas con la tranquilidad de que sus preocupaciones, hoy, deberán ser fielmente defendidas, que sus derechos los defendernos con puntualidad, que la dignidad del magisterio se volverá a valorar.
El mundo y nuestro país
están inmerso en una profunda transformación y hemos recibido una gran lección
ciudadana. Lo que viene debe plantearse con cuidado sin obsesiones y sin odios.
Sin rencores por el pasado y pensando en el futuro, trabajando siempre por el
bien de la patria. El pueblo y todos debemos estar a la altura de esta nueva
etapa de la historia de México.
La educación que hoy tenemos no
responden a los tiempos que vivimos; nuevas voces, nuevas corrientes de
pensamiento y una nueva sociedad nos obligan también a cambios profundos,
cambios que debemos encabezar los maestros y las maestras de México, como
siempre lo hemos hecho, con claridad de miras y
con el corazón abierto.
La educación laica, pública, gratuita, nacional, ha sido nuestra razón de ser. Vayamos por su excelencia. Vamos maestras y maestros por la
excelencia de la educación pública, laica y gratuita.
La vocación superior a la que siempre hemos estado convocados es la de una educación de calidad, integral y humanista, de clase mundial. Sería injusto no reconocer que (hubo) importantes logros y muchos de ellos en nuestra historia reciente se vieron opacados por decisiones equívocas tomadas a la luz de un modelo y no como debía ser, como la necesaria consecuencia de la lucha del pueblo.
Aprovechar estos logros es alcanzar nuestra alta responsabilidad sin descuidar los aspectos sociales que también son parte fundamental de nuestro compromiso.
La vocación superior a la que siempre hemos estado convocados es la de una educación de calidad, integral y humanista, de clase mundial. Sería injusto no reconocer que (hubo) importantes logros y muchos de ellos en nuestra historia reciente se vieron opacados por decisiones equívocas tomadas a la luz de un modelo y no como debía ser, como la necesaria consecuencia de la lucha del pueblo.
Aprovechar estos logros es alcanzar nuestra alta responsabilidad sin descuidar los aspectos sociales que también son parte fundamental de nuestro compromiso.
El Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación ha vivido una larga y compleja
historia, pero nunca, nunca antes se había enfrentado a la autodestrucción como resultado de la abyección.
En cada rincón de México, en cada escuela pública, se percibe la
crisis sindical. Se exige un sindicato fuerte y unido. Fuimos una organización fuerte
y autodeterminada. Es preciso enfrentar el momento y recuperar su fortaleza con grandeza de espíritu,
pero con contundencia, obligados como trabajadores de la educación a protagonizarla.
En mi caso ejerceré mi libertad, consciente que mi lealtad y mi lugar siempre ha estado y estará al lado de los maestros y las maestras de México, y de la defensa de la educación pública de excelencia.
En lo inmediato me debo a los míos, quienes padecieron mi ausencia sin que esto implique abandonar mis convicciones. La vida continúa. A México le tiene que ir bien. A los que se alegran con mi liberación les agradezco con todo el corazón su apoyo en momentos de grandes tristezas. Siempre me dieron aliento en momentos tristes.
El tiempo nos dio la razón. Nuestra integridad es nuestra fortaleza. Vayamos todos, unidos, con la frente en alto, a esta gran hazaña que el México de hoy nos exige. Unidad, responsabilidad, integridad, palabra veraz, compromiso con la gente y amor por nuestros niños, por nuestros jóvenes.
¡Arriba los maestros y maestras de México!
Muchas gracias.
En mi caso ejerceré mi libertad, consciente que mi lealtad y mi lugar siempre ha estado y estará al lado de los maestros y las maestras de México, y de la defensa de la educación pública de excelencia.
En lo inmediato me debo a los míos, quienes padecieron mi ausencia sin que esto implique abandonar mis convicciones. La vida continúa. A México le tiene que ir bien. A los que se alegran con mi liberación les agradezco con todo el corazón su apoyo en momentos de grandes tristezas. Siempre me dieron aliento en momentos tristes.
El tiempo nos dio la razón. Nuestra integridad es nuestra fortaleza. Vayamos todos, unidos, con la frente en alto, a esta gran hazaña que el México de hoy nos exige. Unidad, responsabilidad, integridad, palabra veraz, compromiso con la gente y amor por nuestros niños, por nuestros jóvenes.
¡Arriba los maestros y maestras de México!
Muchas gracias.
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