miércoles, 20 de diciembre de 2017

Dos Meade: un imperialista y un constituyente

Dos Meade: un imperialista y un constituyente
Wenceslao Vargas Márquez

Comenzaron a transmitirse por radio unos anuncios dirigidos a quienes formarán parte de la convención que elegirá al candidato presidencial del PRI. No es mi caso pero no queda más remedio que oír. Como es obvio el apellido a fijar en la memoria de quien escucha es el apellido Meade. El anuncio (spot, en inglés) capacita al radioescucha incluso en la manera cómo se escribe y la manera en que se pronuncia:

"¿Sabes quién es Meade? Adentro del Teatro de la República está su placa. Fue uno de los constituyentes. Sí, es una calle de aquí, de Iztapalapa. Hay un auditorio que lleva el nombre de Joaquín Meade. Hay una calle aquí, en San Luis, que leva su nombre. Vamos a conocer el auditorio Joaquín Meade. Aquí está. Se escribe Meade pero se pronuncia Mid. Ahora el apellido Meade lo vas a encontrar por todo el país y lo conocerás no sólo por lo que hizo, sino por lo que va a hacer".       

El aviso se hace ver a quien oye que Meade es un apellido que sonó en el Congreso Constituyente de Querétaro en 1917 (tiene su placa). Se trata de que se induzca a la creencia de que el precandidato José Antonio Meade tiene un antecesor, un ascendiente directo, al menos un padre o un abuelo, en la persona de Ernesto Meade Fierro, persona que efectivamente fue constituyente por Coahuila en 1917. La genealogía no es (tan) cierta. Para ubicar el dato debemos remontarnos a principios del siglo XIX.

Debemos fijarnos en el matrimonio Meade-Lewis formado por Denis Meade Roche (1804-1865) y Louise Catherine Lewis Meyer, nacida en Jamaica en 1823, fallecida en 1912. Denis Meade Roche había nacido el primero de marzo de 1804 en Dublín, Irlanda, y fallecido el 24 de diciembre de 1865 en Monterrey, Nuevo León, a los 61 años de edad. Denis y Louise Catherine se habían casado el 24 de diciembre de 1838. Como veremos, este matrimonio es el tronco común entre el precandidato Meade Kuribreña y el constituyente Meade Fierro, de manera que el PRI al hacer su anuncio publicitario para efecto interno está forzando (un buen tanto) las cosas.



Maximiliano Meade (1864-1938),
nacido bajo el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, 
bisabuelo de J.A. Meade Kuribreña (PRI).
Crédito: Geneanet; por la imagen: Geni


Por cierto que la versión castellanizada de Denis es Dionisio, dato que se aplica en las siguientes generaciones de los Meade. El padre de Denis fue Thomas Meade, irlandés, casado en 1792 y fallecido en 1821. El padre de este Thomas Meade fue otro Thomas Meade. El padre de este segundo Thomas Meade fue David Meade, nacido en 1768. El padre de este David Meade fue otro David Meade nacido en 1640, el padre de este último fue Stephen Meade. Pero regresemos al matrimonio Meade-Lewis.

Debemos ubicarnos inicialmente en los nueve hermanos Meade Lewis, hijos de Denis y de Louise Catherine. Ellos son: María Luisa Meade Lewis, 1839-1928; Dionisio, 1841-1919, casado el 22 de marzo de 1879, en Guadalajara, Jalisco, con Constanza Amador Villalobos; Ricardo de Jesús, 1842-1927, casado el 13 de agosto de 1876, en Matamoros, Coahuila, con Delfina Fierro Viera 1862-1939; Alfredo Ernesto, 1854-1942; María nacida en 1854; Ana nacida en 1857; Carlos Thaddaeus, 1859-1893; Alberto, 1861-1925; y Luis Maximiliano Meade Lewis, 1864-1938.

De los nueve hermanos debemos fijarnos en dos: Ricardo de Jesús Meade Lewis y Luis Maximiliano Meade Lewis, este bautizado el 9 de noviembre de 1864 y casado el 17 de abril de 1896 con Catalina Gómez Larrañaga. En esa generación, y precisamente en ellos, en Ricardo y Maximiliano, se separaron las dos ramas de la familia Meade. 

Vayamos despacio fijándonos en que estamos siguiendo dos ramas genealógicas, la de Ricardo, padre del diputado constituyente Ernesto Meade Fierro, y la de Maximiliano, bisabuelo de José Antonio Meade Kuribreña, precandidato del PRI.
1) De Ricardo Meade Lewis, casado con Delfina Fierro, nacieron Ricardo Meade Fierro hacia 1881; Guadalupe, 1889-1954;  María Luisa, 1890-1988; Concepción; Carmen; Esperanza, 1909-1985; Manuel; Carlos; nuestro constituyente Ernesto Meade Fierro, 1888-1962; Germán, nacido en 1890; Arturo, nacido en 1892; y Salvador. El diputado constituyente Ernesto, abogado e historiador, casó con Bertha Viesca.   
2) Luis Maximiliano Meade Lewis fue bautizado el 9 de noviembre de 1864, y casó el 17 de abril de 1896 con Catalina Gómez Larrañaga, nacida en Colima en 1876. De ellos dos (de Maximiliano y Catalina) nació Luis Meade Gómez. Luis Meade Gómez casó con Graciela García de León Avellaneda. De estos dos últimos nació, en 1944, Dionisio Meade y García de León, abogado y economista, diputado por el PRI en 1997-2000; este casó con Lucía Kuri Breña Orvaños. Dionisio Meade y García de León es el padre de  José Antonio Meade Kuribreña nacido en 1969. El primogénito de este se llama, faltaba más, Dionisio, el equivalente de Denis, y tiene 20 años de edad. 

Notamos que Maximiliano Meade nació bajo el Segundo Imperio, el de Maximiliano de Habsburgo, y tomó el nombre del emperador austríaco, dato muy curioso. Implicaría que su padre, el irlandés dublinense Denis Meade Roche, habría sido simpatizante del imperio. Es una mera suposición, por el nombre y la fecha del bautizo pero creemos no estar lejos de la verdad. Si fue bautizado el 9 de noviembre de 1864 debió ser en honor del emperador que había llegado a Veracruz el 30 de mayo y a la Ciudad de México el 12 de junio de ese año. En estas fechas, la madre de Maximiliano Meade, Louise Catherine, seguramente tendría unos cuatro meses de embarazo.


Ernesto Meade Fierro, constituyente en Querétaro, 1917.


El caso del potosino Joaquín Meade Sáinz-Trápaga (1896-1971), que da nombre al auditorio de San Luis Potosí que se menciona en el spot del PRI, se sostiene aún menos. Él fue hijo de Harold Gerardo Meade Lewis nacido en Texas en 1855 y fallecido en 1927 en Tampico. El padre de Harold Gerardo fue Richard Meade Roche nacido en Dublín en 1806 y fallecido en Monterrey en 1865. Este Richard fue, como se ve, hermano de Denis Meade Roche, el ascendiente de José Antonio Meade Kuribreña. Dicho de otra forma, debemos retroceder una generación más, hasta un tío tatarabuelo, para hallar consanguinidad. Este historiador, Joaquín Meade, caso con Mercedes Esteva el 26 de abril de 1930; tuvo tres hijos: Harold, Mercedes y Joaquín. Fue designado camarero de honor de capa y espada ('cubicularii honoris ab ense et lacerna') por el papa. Hasta aquí la revisión, en Geneanet, de cuatro siglos y una decena de generaciones del apellido Meade. 

El lector juzgará si el PRI yerra o acierta en pretender fijar el apellido Meade del constituyente Ernesto Meade Fierro y el del intelectual potosino Joaquín Meade, con el apellido de su precandidato José Antonio Meade Kuribreña. El antepasado común que los une fue, cuatro generaciones atrás, Denis Meade Roche, tatarabuelo de José Antonio y abuelo del constituyente Meade Fierro. Para el caso de Joaquín, cinco generaciones atrás. 

De cualquier forma, con un pariente imperialista o uno constituyente de Querétaro, quienes decidan votar por él lo harán por la persona física llamada José Antonio, no por una familia, independientemente de los ascendientes que la familia tenga. Lo harán por el Meade actual, y por todo lo que su persona pueda significar en el contexto político de hoy.
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Twitter @WenceslaoXalapa

sábado, 9 de diciembre de 2017

Hambre y sed de justicia

Hambre y sed de justicia
Wenceslao Vargas Márquez

Era el 23 de mayo de 1893. En esa fecha publicó el diario católico El Tiempo, de la Ciudad de México, una nota titulada Paz mecánica, confesiones de don Justo Sierra;  en nuestro idioma estaba desapareciendo la voz interviú-interview pero se mantenía el anglicismo acentuado repórter: Al investigar si habría en México alguna influencia política del expresidente (1880-84) Manuel González, fallecido en abril, dijo el diario:

Entrevistado, como hoy se dice, por un repórter, para que diera su opinión sobre si hubo o no en México partido gonzalista, no se limitó a contestar que sí o no, como Cristo Nuestro Señor nos enseña, sino que se extendió en ciertas consideraciones políticas de actualidad, que pueden formar un verdadero programa de oposición al gobierno del General Díaz. Juzguen si no nuestros lectores. Habla D. Justo Sierra”. 

Justo Sierra: Hambre y sed de justicia en 1893
Y enseguida Sierra, el maestro de América, teoriza sobre ciertas cuestiones políticas básicas relacionada al equilibrio entre autoridad y libertad dentro del porfirismo. Se inclina Sierra por más libertad mediante educación y paz.

Lo más importante de la entrevista fue el escándalo por lo que dijo enseguida: “Y para ello (educación y libertad, W) consideramos un medio de imponderable eficacia la justicia. De ella tiene hambre y sed esta sociedad”. Luego el diario católico opositor comenta acerca de las declaraciones de Sierra y hace un listado numerado de los puntos más importantes dichos por él. En el octavo punto reprodujo El Tiempo unas palabras de Sierra que se convirtieron en una bomba: La sociedad mexicana tiene hambre y sed de justicia”, una frase que provocó un escándalo nacional, una verdadera tormenta política.

A fines de año, en diciembre del mismo 1893, Justo Sierra, en la cámara de diputados añadió: “Soy yo, señores diputados, quien hace algunos meses dijo que el pueblo mexicano tenía hambre y sed de justicia; todo aquel que tenga el honor de disponer de una pluma, de una tribuna o de una cátedra, tiene la obligación de consultar la salud de la sociedad en que vive, y yo, cumpliendo con este deber, en esta sociedad, que tiene en su base a una masa pasiva, que tiene en su cima un grupo de ambiciosos y de inquietos, en el bueno y en el mal sentido de la palabra, he creído que podría resumirse su mal íntimo en estas palabras tomadas del predicador de la montaña: “hambre y sed de justicia”. Y Sierra revivió la tormenta.

De Mateo 5 es la cita sobre el hambre y la sed de justicia, y también de Mateo 5 la indicación de hablar con respuestas claras, que se responda sí, sí, o no, no. En el mismo diciembre de 1893 Sierra añadió: “hay cuatro quintas partes de mexicanos que no tienen derechos: quiere decir que una gran masa de la población mexicana no ha encontrado justicia todavía”. 


Hubo un día, en 1994, que el fallecido Luis Donaldo Colosio pronunció la misma frase y sus seguidores dijeron que el candidato fue asesinado por pronunciar tan original frase, misma que desafiaba al presidente en turno. Esa fue uno de los soportes de la ociosa teoría del complot sobre su muerte. La frase, como vemos, nada tuvo de original en labios de Colosio.  

De la época de Justo Sierra, 1893, hasta la fecha, ha pasado mucho más que un siglo de agua bajo el puente y la cosa pública y la realidad social en México no son sustancialmente distintas a la narrada entonces. Lo digo en términos de la cantidad de miserables que hoy viven en México sin tener qué comer. Pasó toda una revolución y se creó, desde el poder, un partido político para administrarla. 

En su momento, el calamitoso expresidente López Portillo llamó a los mexicanos a administrar la abundancia. Quedó todo en inflación y desastre, desastre e inflación que pretendieron corregir sus sucesores en la presidencia, todos del PRI, metiendo tijera a todo, hasta el cambio de 2000 en que por doce años gobernó el PAN. Se fueron el PAN y su docena tragicómica, y volvió el PRI con el discurso técnico de las reformas estructurales que de inmediato firmó el PAN (y un simbólico PRD).

Hoy el candidato oficial es un técnico que es hijo político tanto del PRI como del PAN pero, por conveniencias recíprocas, dice que no pertenece a ninguno. Es notorio que el PRI llegó a un extremo tal de desgaste que para ser competitivo en las elecciones presidenciales de 2018 debe nominar a un candidato que no sea formalmente de sus filas. No lo es formal pero lo es factual.

El PRI no halló en todo el horizonte nacional a ningún hombre y a ninguna mujer militantes que pudiese representarlo con decoro en los comicios, ni en los presidenciales ni en los de la Ciudad de México. Abanderan a externos: Meade y Arriola. De ese tamaño es la crisis del numéricamente más importante y experimentado partido político de México. Su gran fortaleza es su unidad, su disciplina, y el silencio mecánico de sus militantes a lo que venga y se ordene desde arriba. Esto, que es virtud en el PRI y sus seguidores, no puede ser pecado en Morena y los suyos o Nueva Alianza y los suyos.  

Colosio: Hambre y sed de justicia en 1994 

Pero volvamos a Meade. Es el hijo político de los dos partidos que han (co)gobernado México en los últimos 88 años (desde 1929, y desde el ingeniero Ortiz Rubio, señalado por sus críticos con el vegano y ecológico apodo de El Nopalito) y que ha generado 54 millones de pobres con 10 millones en pobreza extrema. El 7 de diciembre último dijo el Coneval que de acuerdo con las cifras de pobreza municipal de 2015, dadas a conocer ese día, más de la mitad de los mexicanos en mil 931 municipios, el 78 por ciento de los 2 mil 457 municipios en el País, vive en situación de pobreza. Esa es la realidad oficial. ¿Y la realidad real?

¿Habría garantías de que Meade sería el presidente que hará por la redención social mexicana lo que los dos partidos a los que ha servido no han hecho en 88 años? ¿Habría garantías de que Meade haría suya la crítica del predicador de la montaña, la de Mateo 5, la crítica de Justo Sierra de 1893 y la de Colosio de 1994, justo un siglo después? Vemos muy complicado dar una respuesta positiva para un México que lleva cinco siglos con hambre y sed de justicia (algo sabemos de eso en carne propia), vemos muy complicado que Meade deje de ser el hombre por el que apuestan los económicamente poderosos para seguir acumulando riqueza.

 El candidato oficial es también hijo de la cábala del número 27 que es el número que prefiere el presidente según los más cercanos observadores de sus gustos y costumbres. Se hizo público con mucha anticipación que sería ‘destapado’ el día 27 y así ocurrió. Para ganar, cualquier candidato debe estar en la banda del 30-35% en la votación.

Corre el albur (la frase es de Borges hablando del Wakefield de Nathaniel Hawthorne que Doctorow perfeccionó para una película homónima), corre el albur el candidato oficial de que así como corrió en su favor la cábala del 27, la misma cábala corra en su contra en julio de 2018 y concluya su votación con un cabalístico 27%.

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Twitter @WenceslaoXalapa